Covid-19 hace tambalear el amor tarifado

Night Clubs, Cafés con piernas, strippers y scorts sufren una crisis sin precedentes y ven amenazada la estabilidad de su negocio, asegurando que el rubro está con los días contados.

El impacto económico que ha desatado la crisis sanitaria dejó con los bolsillos planchados a los dueños de locales nocturnos. Pubs, restorantes y discotecas cerraron por obligación hasta que se controle la pandemia, lo que obviamente tiene con el corazón en la mano a decenas de trabajadores ligados al entretenimiento.

Uno de los negocios que vio más afectada su rentabilidad fue el del amor tarifado. Ese con luces de neón, música de Europe, humo y piscolas a tres lucas.

Strippers, scorts y trabajadoras de cafés con piernas perdieron completamente sus ingresos y los dueños de locales cranean ideas para no bajar la cortina de manera definiva.

"Veníamos golpeados desde octubre, pero esto bajó la actividad a cero y hay mucha gente que depende de esto. En nuestro caso somos dueños del local y no pagamos arriendo, pero hay que ver cómo apoyar a todo ese personal, que no solo son bailarinas, sino que guardias, meseros y mucho más", detalló Jaime Retamal, dueño del cabaret Passapoga, quien por estos días intenta levantar sus finanzas emprendiendo en otro rubro.

"Acá las autoridades deben tomar medidas que sean generales. Decir 'paremos un mes todos' y así poder avanzar, porque a ratos uno siente que es un ajedrez de que algunos sí y otros no", teorizó el empresario.

Volver a funcionar

Nacido en Chile, el negocio de los café con piernas copa varios sectores de la capital. Sin embargo, el cierre de actividades y la nula clientela hacen dudar del futuro del popular negocio, furor entre los ejecutivo y oficinistas del centro de Santiago.

"Es muy complicado, ya que volver a funcionar implicará una nueva forma de hacer la cosas. Ya uno no imagina el contacto entre la trabajadora y el cliente, tener el café lleno era sinónimo de éxito pero ahora se restringirá el acceso. Existen todas esas preguntas, pero lo concreto es que uno no ve que se pueda sostener más el negocio porque seguimos pagando arriendo en las galerías pese a no funcionar", explicó Cocke Zuñiga, socio de la cadena Elite Alibaba, quien aseguró que la clave ha sido no dejar a la deriva a sus empleadas.

"Nosotros nos acogimos a la Ley de Protección del Trabajo para que las chicas pudiesen cobrar su seguro de cesantía, pero como miles de empresas hoy subsistimos de los ahorros. Eso es algo que nuestra cadena puede, pero seguramente muchos locales no tendrá cómo sostenerse y la única salida estará en cerrar para siempre", explicó.

"El problema es que las chicas que atienden tienen un contrato por el mínimo, otras son partime (ver recuadro), y el fuerte de sus ingresos viene de la propina, entonces por más que haya voluntad de nosotros, el problema de ellas es realmente más serio", finalizó Zuñiga.

"Perdimos de golpe el 80% de los ingresos"

Aún cuando la preocupación de los dueños es genuina, la situación de los trabajadores asoma como más delicada y ellas describen el impacto al bolsillo.

"Se canceló todo. Despedidas de soltero, servicios a domicilio y acá no hay contratos o formas de pedir ayuda. Perdimos de golpe el 80% de los ingresos", cuenta Alejandra, quien complementa su trabajo de bailarina y scort con el trabajo en una tienda de ropa.

"Mi empleo formal se acogió a la ley del trabajo y trabajando en la noche yo pago mi departamento y otros gastos, entonces tenemos mucho miedo de lo que venga", confesó.

En la misma línea, otra colega corrobora esta tendencia. "Trabajaba en un Night Club de Santiago Centro que lleva cerrado un mes y medio. Hay clientes que siguen ayudándonos por la relación de cariño que se forma y otras compañeras están vendiendo videos, pero si esto sigue por mucho tiempo, no habrá quien nos ayude", aseguró Marcela.

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