Si bien para una parte de la población el contagiarse del bicho ha sido una mala experiencia de corta duración, para otros, se ha convertido en un auténtico calvario, presentando síntomas y dificultades a meses de padecer la enfermedad.
Para estos casos y pese a que aún no existe un común acuerdo en los expertos, la enfermedad pasa a llamarse covid prolongado o de larga duración. Según un informe de la OMS aproximadamente una cuarta parte de las personas con covid-19 permanecen con síntomas al menos 4 a 5 semanas después de haber dado positivo.
Pero más preocupante aún, 1 de cada 10 personas, sigue presentando síntomas y dificultades después de las 12 semanas. Entre los síntomas más comunes se encuentran la fatiga, dificultad para respirar, disfunción cognitiva, palpitaciones, dolor en las articulaciones y pérdida del gusto y olfato.
Este es el caso de Sian Griffiths, una mujer de Gales que lleva 18 meses con coronavirus de larga duración. En una entrevista dada a la BBC, Sian aseguró: “No puedo manejar lejos, me olvido de cerrar las puertas y quemo la comida. Cuando estoy leyendo mi cerebro convierte unas palabras en otras y pierdo mucho la concentración”.
Sian Griffiths es un caso de cerca de 1,3 millones de personas en el Reino Unido que viven con un covid prolongado, lo que representa a más del 2% del país.
La galesa declara que antes de contagiarse “estaba bien, tenía un trabajo a tiempo completo, andaba en bicicleta por las montañas y recorría 64 kilómetros en carretera”. “Ahora tengo que tener a mi mamá y a mi papá básicamente tratando de recordarme que haga cosas todo el tiempo. Es desgarrador”, asume.
Sian se contagió de coronavirus en mayo del 2020 mientras trabajaba como fisioterapeuta en el servicio público del país británico.
Búsqueda de soluciones:
Debido a su malestar general, Sian no ha podido volver a trabajar, lo que la tiene profundamente ansiosa y deprimida. Buscando soluciones, un especialista le recomendó que nadara para poder recuperarse. Es por esto que nada tres veces a la semana en el norte de Gales, con las esperanzas de volver a ser la mujer independiente que algún día fue.
“Se siente como si la niebla desapareciera, puedo pensar un poco más claro. Dura alrededor de una hora y media después de que salgo del agua y espero que cuanto más lo haga, el efecto durará un poco más”, resaltó la galesa en torno a su rutina de natación.
Pese a que considera que es una gran ayuda el nadar y que la hace sentir más despierta, se siente abrumada por poder realizar natación y no trabajar: “Me siento avergonzada por lo que la gente piensa de mí porque puedo ir al agua pero no puedo ir a trabajar. Eso simplemente no me sienta bien”.
Respecto a esta situación, la ministra de Salud en Gales, Eluned Morgan, sostuvo: “En Gales nos comprometemos a garantizar que todas las personas que padecen covid por mucho tiempo reciban el apoyo y una atención adaptada a sus necesidades y síntomas particulares”.
Además, agregó: “Todavía estamos aprendiendo sobre la covid prolongada y esta revisión nos ayudará a mejorar aún más los servicios. Continuaremos monitoreando el soporte requerido y nos adaptaremos en consecuencia a medida que aprendamos más para garantizar que los servicios estén disponibles para todos aquellos que necesiten soporte”.