El debut de Cristiano Ronaldo en Sudáfrica era uno de los más esperados por el planeta fútbol.
No por nada, el portugués le disputa gol a gol el título de "Mejor Jugador del Mundo" a Lio Messi y hasta nuestro Alexis Sánchez le copia sus calugas y gambetas.
Sin embargo, el luso decepcionó pese a que tuvo un inicio soñado, ya que a los once minutos del primer tiempo estrelló una pelota en el palo y a los veinte le ponía pimienta el encuentro, agarrándose a empujones con Demel.
Pero contrario a lo que se pensaba, el delantero nunca más volvió a aparecer. Quizás fue porque le pusieron amarilla en esa jugada o porque se está guardando para el encuentro con Brasil, pero lo cierto es que de la contratación más cara del Real Madrid nunca más se supo.
Ni siquiera el ingreso de Didier Drogba, el goleador del Chelsea que jugó enyesado por Costa de Marfil, logró motivarlo.
Las ocasiones de gol de su oncena decayeron notablemente y la emoción sólo retornó a los 79', cuando se cobró un tiro libre para Portugal.
Era la gran oportunidad para que "CR7" se reivindicara y así lo entendió desde el momento en que se adueñó de la pelota.
Con el mismo gesto canchero que hace en el comercial de Nike, Ronaldo miró el arco defendido por Boubacar Barry e hizo enmudecer al estadio. No obstante, su tiro salió más elevado que las neuronas de Quique Neira y Claudio Palma lo "mató" en su relato para DirecTV: "Vino el hermano de Cristiano Ronaldo, porque el verdadero no jugó hoy".
El goleador no se dio ni por aludido y le echó la culpa al infortunio. "Nos tuvieron miedo en el primer periodo y luego se abrieron un poco en el segundo, pero creo que hemos reaccionado bien. Si no hemos vencido, ha sido únicamente por mala suerte", dijo en una escueta entrevista. Claro, pocazo tenía que decir...