Un milagro de Navidad. Eso es lo que se vivió ayer en la pobla Exequiel González Cortés. Y no estamos hablando de regalos, que los hubo. Más bien de la tierna actitud de Marcelo Ríos.
El ex tenista encabezó una clínica solidaria en el corazón de Ñuñoa y dejó atrás, al menos por un rato, esa imagen del "Chino" que no está ni ahí y si puede, orina a quien se le ponga al lado.
"Cuando lo llamé para invitarlo a la actividad, me preguntó: '¿cuánto paga'i?'. Y yo le dije que me rajaba con un asado y aceptó de inmediato", contó el organizador del evento: Exequiel Carvajal, más conocido como "Yogurt de Mora".
Como siempre
Y el primer latinoamericano en ser el "number guan" del raqueteo mundial, se ganó cada pedazo de carne. Es que no sólo paleteó con los peques, también repartió varios implementos deportivos (raquetas, pelotas y poleras).
Todo esto sin sacarle un ojo de encima a su señora Paula Pavic, la cual se entretuvo conversando con los vecinos y hasta lo hizo esperar, cuando Ríos quería cobrar su parrillada.
"Esto es un adelanto de la Pascua y una experiencia inolvidable para todos los que participan en los talleres que hacemos con la corporación municipal", agregó "Yogurt".
¿Y Marcelo no habló? Ni una palabra, tampoco firmó autógrafos. Es que ahí volvió el de siempre, pero con la labor cumplida.