Cristián "La Cobra" Salas llegaba como Campeón Peso Welter chileno, pero el desafío era pelear por el Título Latino Plata de la categoría. Y en Maipú, ante su gente y con su gurú Martín Vargas en la esquina, Salas se coronó.
Y el desafío no era menor. Es que al frente estaba el argentino Ricardo "El Duro" Obredor, quien le hizo honor a su apellido y fue un hueso difícil de roer para el chileno.
El escenario era el ideal para el "La Cobra", ya que unos 700 maipucinos repletaron el gimnasio Fernando González la noche del viernes. Y tal como prometía la velada, fue un festival de cornetes al más puro estilo de Martín Vargas, quien estuvo en la esquina aleonando a su pupilo.
Como era de esperarse, la cosa estuvo pareja. Lapuntuación de las tarjetas fue de 96-93 dos veces y 97-92 en favor del púgil criollo, quien a pesar de tambalear en el segundo asalto fue capaz de picar de atrás e inyectarle el veneno a su rival.
"Esta pelea se sacó adelante a puro ñeque, a puro sacrificio y todo esto lo hacemos con mucho amor al boxeo", relató Salas, emocionado y machucado hasta las pestañas, luego de convertirse en el campeón latino Welter del CMB.
Además de las "caricias" de su rival, Salas se fue regaloneado por su gente tras la "Batalla de Maipú", y en camarines fueron puros abrazos por el nuevo logro que lo mete entre los mejores de la categoría de 66 kilos. Por eso su mentor, Martín Vargas, se guardó los puños y fue puros elogios para su dirigido.
"Es un honor estar en un título que yo lo gané dos veces. Yo llegaba y pegaba, pero Cristián (Salas) es un hombre esforzado y tiene condiciones innatas para ser un boxeador", puñeteó don Martín.
Así, el nuestro se coronó ante su público, incluido Harold Mayne-Nicholls en la galería, lo que le da más vida que nunca al futuro del boxeo nacional.