El intelectual concedió una entrevista en que se explayó sobre las funas en las redes sociales y en la arena política, a propósito de la carta en apoyo a Javiera Parada que él impulsó.
Intelectual, académico y conductor del recordado programa La belleza del pensar, Cristián Warnken entró en la discusión de la situación política con una movida tan sutil como elocuente; fue él quien impulsó la carta en apoyo a la gestora cultura Javiera Parada, firmada por 100 personalidades del mundo de la centroizquierda.
La misiva se redactó debido a las críticas a Parada por su apoyo a la precandidatura presidencial del exministro Ignacio Briones, por Chile Vamos. Una decisión que a muchos les resultó difícil de comprender debido a la historia de la mujer, hija de José Manuel Parada -víctima en el caso degollados en el régimen militar- y de Estela Ortíz, quien es cercana a la expresidente Bachelet.
"Pretender decir que por apoyar a un candidato liberal como Briones, que está en la centroderecha, fuera ser parte de las violaciones a los derechos humanos por haber sido ministro de Hacienda del gobierno de Piñera, francamente...", comentó Warnken a El Mercurio.
"Alguien puede decir que no está de acuerdo con Javiera, criticar su decisión, pero lincharla, funarla y llevarla a la guillotina, en términos simbólicos, es una desproporción total", aseguró el también columnista y escritor.
Fanatismo de Twitter
Warnken, a su vez, también ha recibido críticas y comentarios duros en las redes sociales. Por ejemplo, fue muy cuestionado a propósito de una entrevista al exministro de Salud, Jaime Mañalich en mayo de 2020. Por ello, realizó una particular comparación.
"Veo una cierta relación entre fanatismo político y fanatismo religioso -aseguró-. Lo hemos visto no solo en Chile y tiene que ver, tal vez, con que para muchos esta política de rebelión frente al poder se convierte en un sustituto de lo religioso. Cuando uno compara los dichos de Twitter con los de algunos yihadistas, podrían ser bastante homologables".
Y consultado respecto a las críticas a Parada, asociadas al mundo de la izquierda (pues ella militó en RD hasta su renuncia en octubre de 2019), el intelectual señaló: "Uno ve que algunos partidos nuevos de izquierda empiezan a aplicar lógicas estalinistas al interior de sus propios colectivos, en el sentido de que cualquier asomo de disidencia, cualquier matiz es inmediatamente acorralado y hay que destruirlo".
Por ello, aseguró que ese factor incide en el debate político. "Veo que hoy en la centroizquierda se tiene temor a opinar para no ser funada. Partidos democráticos, que han sido importantísimos en la historia de Chile como el Partido Socialista, fundamental en la transición a la democracia, hoy esté jugándosela por una acusación constitucional, en un momento de crisis como éste, en medio de una pandemia...es inentendible".
"Un sector que debería poner la moderación en el debate político se está subiendo al carro de los sectores más radicalizados -asegura Warnken-. Hay una cuota de fanatismo y de oportunismo en ello".