En Chile el alcohol es la droga más consumida, no por nada, en su último informe, la Organización Mundial de la Salud (OMS) nos calificó como los más buenos para empinar el codo en toda América Latina.
Esto no tiene nada de gracioso, porque además de los dramas económicos, sanitarios y sociales que genera el hábito en el país, la Comisión Nacional de Seguridad en Tránsito (Conaset) informó que los accidentes de tránsito relacionados con el trago aumentaron un 54%, en la última década.
La Ley Emilia, que endureció las penas para los porfiados que manejan con alcohol en el cuerpo, y el aumento de controles a los conductores, provocó algunos cambios como que hoy sea común el concepto de "conductor designado" y se opte por usar algún servicio de taxis a la hora de salir a carretear, señaló a La Cuarta, el director subrogante del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), Antonio Leiva.
Alcoholemia en los chilenos
La autoridad reveló que el cuento se intensifica previo al 18 de septiembre, fin de año y el verano.
Señaló también que en los 9 mil controles que realizaron el 2017, descubrieron que los chilenos son sensibles a las prohibiciones y a los mensajes respecto de este tema.
"En el 2017 las personas sorprendidas conduciendo con alcohol en el cuerpo ha bajado hasta el 9%", explicó.
Sin embargo, aclaró todavía falta mucho por avanzar porque el consumo de alcohol es de las ligas mayores en nuestro país y, para peor, por décadas fue bien visto.
Por eso, en conjunto con el organismo, les dejamos acá una tabla que evidencia una dura verdad: por ejemplo, una simple copa de vino ya lo deja bajo los efectos del alcohol y, por lo tanto, no puede conducir o estará cometiendo un delito que lo podría dejar en la cárcel.