¡Cuarenta mil jóvenes argentinos viajarán a nuestro país!

Decenas de miles de argentinos viajarán a nuestro país en los próximos días para ver a su compatriota el Papa Francisco, quien no ha vuelto a su país desde que asumió como líder de la Iglesia, pese a que visitó varias veces América Latina en los últimos cuatro años y medio.

En total unos 40.000 jóvenes se han organizado para cruzar la cordillera de Los Andes, muchos en maratónicos viajes en bus hacia algunas de las tres ciudades chilenas en las que estará el Papa Francisco, señaló ayer Mariano García, coordinador nacional del Ministerio de la Juventud en Argentina.

"La visita es muy importante para todos los jóvenes de Argentina (...) Es uno de los grandes líderes, no sólo para los jóvenes dentro de la Iglesia Católica, sino que para toda la juventud", indicó la autoridad che.

José Bordón, embajador de Argentina en Santiago, recalcó que "por la cantidad de gente y por ser el paso (fronterizo) más importante, calculamos que la mayor presencia va a venir de Mendoza, pero muchos lo harán de San Juan y Córdoba".

Información que es ratificada por el jefe de Pasos Fronterizos de Chile, Reginaldo Flores, quien admite que "vamos a tener un flujo inédito de extranjeros".

La visita del Papa además coincide con el recambio de miles de turistas argentinos que vacacionan en Chile, lo que ha obligado a las autoridades de ambos países a extremar medidas de seguridad y de personal en los puntos aduaneros.

A seguir esperando

Si bien se cree que Francisco intenta mantenerse alejado de la política en Argentina, las expectativas de una visita a su país natal aumentaron cuando a principios de 2017 se anunció su llegada a Perú y Chile.

Pero esa opción no se concretó y los argentinos deberán seguir esperando que Francisco visite su país.

"El Papa seguramente visitará Argentina en algún momento, pero sería en el marco de una gira con un discurso distinto y no con los objetivos de hoy en términos de los desposeídos, de la lucha contra la desigualdad, de los inmigrantes", asegura el cientista político Guillermo Holzmann.

Agrega que "(esto) lo lleva a priorizar su presencia en los países que tienen una mayor complicación con estas temáticas y por tanto deja a Argentina como un objetivo no prioritario".

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