Cuequero carita de sushi

La Radio María vio nacer una estrella. Hace cinco años el japonés Toshiro Murata (38) interpretó en su idioma  en el programa "Señor, qué bonita es mi tierra", canciones folclóricas chilenas.

El flaco llegó al país como turista, le gustó, se quedó, encontró el amor y no piensa mandarse a cambiar en el corto plazo. "Chile fue el país que más me gustó de todos los que he visitado. Más que todo me gustó la gente y su amabilidad, como la canción del amigo cuando es forastero".

En Japón estudió español, pero en nuestro país cachó que no hablamos como en los diccionarios. La traducción de letras le sirvió de práctica al compadre, que se gana los porotos como intérprete de empresarios y turistas.

Las cuecas favoritas del "chinito" nacido en Tokio son "El Guatón Loyola" y "Adiós, Santiago querido", que suenan terriblemente raras en el idioma de los luchadores de sumo, pero igual invitan a bailar.

Todo partió cuando Toshiro fue acogido por "una familia chilena durante más de dos años. Ellos tenían muchos amigos folcloristas. En la casa siempre había música. Por eso tuve simpatía con este estilo de melodía. Ellos me recomendaron cantar los temas en mi idioma. Entonces me decidí a traducir canciones como "La consentida", "El cigarrito", "La jardinera" o "Si vas para Chile". El 2004 lancé mi disco "Toshiro canta cueca".

En su última visita a su país interpretó algunos temas y la respuesta del público fue más tibia que un beso con lengua. "Nadie salió a bailar", explicó.

Desde que se hizo medianamente famoso entre los auditores amantes de la Virgen, la carrera musical de Toshiro evolucionó. Ahora está dedicado al rock. Contó que algunos chascones le han pedido que traduzca sus letras para probar suerte en Oriente, y hace tres años hizo lo mismo con el tema "Mi señora", de Sinergia.

Para el "18" no tiene agendadas muchas presentaciones, pero siempre está atento al teléfono por si alguien le quiere dar tribuna al artista cuático cuando es japonés.

Sebastián Foncea M.

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