Su sueño de niño siempre fue ser piloto. Quizás esto fue enfatizado porque cuando tenía sólo una velita soplada perdió a su padre (Orlando), quien también falleció en un accidente aéreo en 1963.
Así era la vida de Miguel Quiroga, a quien todos apodaban como "Micky", el mismo que comandaba el avión de la aerolínea boliviana LaMia, que se precepitó la noche del lunes con el plantel del Chapacoense abordo. Con la desgracia su nombre se hizo conocido para todo el mundo.
Quiroga, de 52 años, casado con Daniela Pinto y padre de tres hijos, era un fanático de los cielos. En sus redes sociales subía fotos de los vuelos que le tocó llevar a equipos de fútbol. Olimpia, Atlético Nacional, The Strongest, Wilsterman, Chapecoense (en piques anteriores) y hasta la selección de Argentina y Bolivia fueron algunos de sus ilustres pasajeros, que más tarde retrató.
Guardó como recuerdos fotos con los referentes bolivianos y argentinos. Y si bien no tenía una selfie con Messi, sí se dio el lujo de fotografiarlo sentado en su avión, el mismo de la tragedia.
Pero todo su amor por la aviación no podrá cambiar algo. La aerolínea ya lo apuntó como el culpable de la tragedia de Medellín. Así lo dejó ver el director general de LaMia, Gustavo Vargas, quien le cargó toda la mano por no calcular el combustible para llegar a destino.
"Tenía la opción de cargar combustible en Bogotá en caso de sufrir un desabasto", lo vendió.
El director también apunta que tenían opción de "echar bencina" en Cobija (ciudad boliviana fronteriza a Brasil), pero el cambio de itinerario no permitió esto.
"Pensó que le alcanzaba el combustible. Tenemos que investigar por qué tomó la determinación de irse en forma directa a Medellín", le cargó la mata.
El tripulante paraguayo que se mandó un presagio
Era un reconocido piloto, pero en esta oportunidad fuea uno más de los nueve tripulantes que comandaron el vuelo chárter desde Santa Cruz de la Sierra con dirección a Colombia.
El paraguayo Gustavo Encina fue uno de los 71 fallecidos de la tragedia, pero muchos lo han recordado por un mensaje que escribió antes del viaje.
"!Buen día¡ ¿Hacía dónde miras en tu vida? ¿Atrás a adelante? Que el Señor te dé la gracia de soltar las cosas, aun aquellas que consideras preciosas en esta vida, y teminar mirar hacia adelante, donde está Cristo esperándote, para un encuentro glorioso que te abrirá las puertas de la eternidad", publicó en sus redes sociales, a quienes todos dan como un presagio.
Por otro lado, su hija, Adriana, se quedó con la publicación que aseguró que fue su taita quien vació lo último que quedaba de combustible para que el avión no se incendiara.
"Los aviadores no mueren, solo vuelan más alto!! Hasta pronto mi querido comandante!!", le escribió Adri en Twitter y además agregó que "siempre serás mi héroe".