Más que la inspiración de Vecchio, las corridas de Fuenzalida y las atajadas de Villar, lo que hoy necesita el Colo es una ayuda divina.
El Barba muy de blanco puede haberse vestido en el Cielo en los últimos años, cuando la "U" visita el Monumental, pero en cualquier momento tiñe la sotana de azul y hasta ahí queda la supremacía alba. Por lo mismo, en el Cacique andan buscando todas las fórmulas para que Diosito no los olvide.
Y ni una manda que los lleve de rodillas a Lo Vásquez pinta tan bien como la ampolleta que se le iluminó al presi de Blanco y Negro, Arturo Salah. Es que cachando que la semana que viven es clave para salvar el semestre, llevó al sacerdote Washington Bravo para que espante a los demonios de la Ruca.
Un buen rato estuvieron reunidos mientras el plantel entrenaba. Y aunque no hicieron un sahumerio en la cancha ni colgaron cruces en la galera, un Padre Nuestro nunca está de más para darle color a un Superclásico.
De hecho, si es necesario deben decirle a los jugadores que entren en burro a la cancha y que la Garra Blanca los reciba con ramos, para ver si se inspiran en la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, no estaría de más cree el curita colocolino.
"Vine como muchas otras veces a conversar temas personales, del club. El espíritu siempre lo hemos tenido", aseguró Bravo que hasta le ha dado la Primera Comunión a los péndex de la Casa Alba.
-En este momento aparecen todos los rosarios blanco y negro...
Hemos rezado mucho por Colo Colo, más aun en este momento donde se viene un momento muy importante. Es de esperar que sea un buen espectáculo.
