Curita rebelde arriesga penas infernales

En menos de un día se reconstruyó el portal de acceso a la iglesia de San Pedro de Atacama, que fue destruido, sin la autorización del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), para abrirles cancha a las máquinas y materiales necesarios para restaurar el campanario del templo colonial del siglo XVII y celebrar como Dios manda al patrono de la comunidad.

La estructura fue levantada con bloques de ladrillo y recubierta con adobe, y aunque mantiene su forma, con el arco y los tres pentágonos originales, fue construida 30 centímetros más alta, según el sacerdote Ricardo Sotelo, para trasladar con mayor facilidad las figuras religiosas.

Sotelo explicó que el pavimento de piedras le había restado altura al portal, que fue levantado con la asesoría del arquitecto local Robert Maizares, quien trabajó con cuatro ayudantes de la comunidad atacameña.

Aunque el sacerdote afirmó que el secretario ejecutivo del CMN, Óscar Acuña, "autorizó verbalmente los arreglos", los desautorizó cuando los trabajos ya se habían iniciado y "era imposible paralizarlos".

El cura justificó el proyecto en "la demora estatal para reparar lo que estaba a punto de derrumbarse. Tras el terremoto de 2007, el MOP revisó la estructura y confirmó que el campanario podía derrumbarse, con riesgo para los turistas y los fieles. Si se producía un sismo con víctimas, los culpables seríamos nosotros. Siempre es mejor prevenir que curar", verseó.

"Más que molestia, el rechazo del Consejo me causa preocupación. Ellos hablan de conservar la iglesia, pero ¿cómo lo hacemos, si su aprobación es de trámite tan largo? Y mientras tanto ¿qué? ".

Para colmo, ahora el Consejo de Defensa del Estado anunció que estudia una demanda por daño patrimonial y querella por infracción a la Ley de Monumentos Nacionales contra el padre Sotelo. ¡Glup!

R. Álvarez/M. Vega

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