A la entrega del premio al emprendedor "Muhammad Yunus" postularon 95 mil microempresarios, y desde que se creó la maravilla lo han hecho 280 mil personas, cuyo único requisito es ser gestor directo de su empresa y poseer ventas inferiores a 2.400 UF al año.
El reconocimiento lleva el nombre de un indio que creyó en los pobres y les dio las herramientas y confianza para dejar de serlo. Un ejemplo a seguir en un país donde hay buenas ideas, pero poca plata para sacarlas adelante.
La iniciativa reconoce el trabajo de los emprendedores que se han destacado por su esfuerzo, responsabilidad, constancia y permanente lucha por innovar, superarse y avanzar en el crecimiento de sus negocios. Es organizada por BancoEstado y pretende estimular a los microempresarios del país a trabajar para superar la pobreza y aportar a la generación de trabajo, trabajo, trabajo, como decía un candidato a diputado.
En el salón Pacífico se dejaron caer los premiados que llegaron de todo Chile a cobrar el estímulo de dos millones de pesos que ganaron gracias al sudor de su frente. Cinco emprendedores eran del norte, otros tantos de la zona central, y la misma cantidad del sur.
Más cototo fue el premio a la mujer emprendedora, al empresario más creativo, el más joven, al del mundo rural, y al más bacán. Cada uno se fue a su casa en una camioneta que ganaron por ser los mejores en su área.
ídolos
La gerenta general de BancoEstado Microempresas, Soledad Ovando, recibió a los festejados y dio el puntapié inicial a la ceremonia de premiación. Explicó que su intención del día era regalonear a los premiados que se sacan la mugre todo el año y "son un ejemplo para miles de chilenos que con empuje y tesón han dado un vuelco a sus vidas y las de sus familias".
Entre los homenajeados estaban algunas personas que nunca habían visitado Santiago, como Margarita Lepio Neguel, quien viajó por primera vez en avión desde Coyhaique para recibir un estímulo por lo bien que ha manejado el negocio (y el carrito) donde vende las mejores lechugas de la Patagonia. La señora contó que el dinero lo piensa invertir en un pequeño local comercial y así dejar de caminar durante todo el día.
Otro ganador fue un buzo mariscador que encontró el premio "súper choro" y dijo que con la plata pretende recauchar su traje que está más viejo que algunas micros del Transantiago; también fueron distinguidas dos panaderas que pretenden amasar una fortuna gracias a sus buenos negocios; una artesana que hace maceteros igual que Demi Moore en la película Ghost; un contratista campesino con olor a eucalipto; un par de pescadores, y un cabrito de 19 años que está a cargo de una fábrica de insumos para hospitales y que dijo que todo se lo debe a su querida mamá.
Por Sebastián Foncea M.
