La palabra Dancehall, que literalmente significa "salón de baile", es un género de música jamaiquina que se originó a fines de los 70', es un derivado del Reggae, teniendo una directa conexión debido a sus culturas.

En Chile, pese a la distancia geográfica, cada vez toma más fuerza, ya sea en las calles y también en las academias.El Dancehall comenzó como un movimiento clandestino, debido a que era a modo de protesta.

De hecho, se escuchaba y bailaba en lugares específicos, como por ejemplo en sectores donde vivían personas que no podían acceder a salones más acomodados. Como buena corriente underground, el contenido de sus canciones se centraba en la sexualidad y la violencia.

A mediados de los años 80, esta danza se volvió un poco más ágil y se usaron distintos instrumentos para lograr hacer sonidos más rápidos.

En los 90, en tanto, se complementó con la cultura del Rastafari, teniendo como temática principal la injusticia social, en un paso evolutivo que atrajo a nuevos oyentes que se sintieron representados con este Dancehall más profundo.

Entre sus mayores exponentes destacan varios nombres célebres, como el popular Sean Paul, Ryan, Beenie Man, Elephant Man, Vybz Kartel o Bounty Killer.

Introduciéndose en Chile

El movimiento en Chile. Poco a poco, el Dancehall se ha ido insertando en nuestra sociedad, al punto de que se han creado academias establecidas, como la de los hermanos Peralta, quienes instalaron distintas sedes de su proyecto "Power Peralta Dance Studio" (Apoquindo, Plaza Egaña, Maipú y La Florida).

El dúo de bailarines, que se dio a conocer el 2006, como pioneros y precursores del Hip Hop Dance en Chile, estuvo por más de 5 años viajando a Estados Unidos a perfeccionar sus estilos de bailes, en una aventura donde contaron con muy poco apoyo, pues se trataba de algo muy novedoso y rupturista.

Claro que más allá de los sueños, esta ruta jamás fue sencilla. "El haber sido elegidos para participar en un proyecto liderado por Jennifer Lopez, Marc Anthony y el director de espectáculos, Jamie King, el 2012, nos abrió las puertas en Estados Unidos. Después de 5 meses, Cirque Du Soleil puso los ojos en nuestros pasos y nos mandó a llamar para ser parte de la creación de su último show, 'Michael Jackson One', en Las Vegas. En el Cirque du Soleil estuvimos 2 años e hicimos más de 500 shows junto a un gran elenco de artistas de todas partes del mundo", cuentan los intérpretes, quienes debieron remar a contracorriente en su años en "Rojo", donde sus bailes eran poco valorados.

"Nosotros empezamos a bailar sin grandes expectativas, porque como bailarines es muy difícil triunfar en Chile, menos en nuestro estilo. Nuestro camino lo hicimos para formar una carrera, convertirnos en una marca o en artistas reconocidos, porque el baile está hecho para acompañar", admiten los igualitos del ritmo.

Actualmente, Raúl y Gabriel Peralta están radicados en Los Angeles, Estados Unidos, para seguir cumpliendo sus sueños y metas, con la misma pasión que años atrás los impulsó a llegar hasta acá.

La Academia. Con el Dancehall expandiéndose a diestra y siniestra por las calles del país, y un público cautivo en franco crecimiento, los hermanos Peralta se arriesgaron y pararon su academia.

"El 2011 tomamos la decisión de crear un mundo que recibiera a todos los amantes y apasionados por el baile, sin importar edad, condición física o conocimientos. Es que a nosotros la vida nos premió, y nos dio la posibilidad de ser nosotros los artistas, los que están al frente", cuentan.

La metodología de ellos es la enseñanza, que consiste en el desarrollo básico de los movimientos que permite a cualquier persona aprender y disfrutar de forma entretenida este baile. Y de esta forma, proporcionar la base de conocimientos al alumno con un aprendizaje progresivo, ofreciendo diferentes niveles de clases y una amplia variedad de estilos, que son enseñados por un grupo de excelentes profesores.