De Carne y Hueso: Giancarlo Petaccia V/S Daniel Pinto

Giancarlo Petaccia, 23 de agosto de 1969, Santiago.

Siempre me llamó la atención, desde el colegio, haciendo el loco en los escenarios. En la media caché por dónde iba la micro y me decidí por las comunicaciones, siempre me gustó el mundo de las cámaras y de las luces.

La perseverancia, dedicación y trabajar duro, aprovechar todas las oportunidades posibles. No mirar con miedo los desafíos y apasionarse por lo que uno hace.

Me han dicho de todo e irreproducibles, desde festivales populares que me han empapelado a xuxadas o en la calle.

El sentido del humor, que es lo más importante y lo que más rescato.

Era del montón, no era porro ni mucho menos mateo, de promedio 5,5. Más que estudiar me dediqué a pasarla bien con mis amigos.

Tengo menos ritmo que una gotera, pero igual le pongo empeño a la cosa, me encantan los ritmos latinos, pero soy malito para el baile.

A estas alturas no, sería demasiado ególatra, me acepto con mis defectos y virtudes.

Estaba en un colegio de hombres, por eso salí  tímido con las mujeres. Pese a eso, me iba bien pero me faltaba tollo.

Andrea, fue en el colegio pero me patearon rápidamente.

Fue en colegio cuando se hacían grandes fiestas. Me curé con cerveza y di jugo. La pasé muy mal porque no me acordé de nada y al otro día amanecí con el medio hachazo.  

Cuando fuimos a la fiesta de graduación, a mi amigo le prestaron el auto, pero no tenía licencia. Pasamos a buscar a las chiquillas que no eran nuestras pololas. La mala suerte es que nos paró Carabineros y nos llevaron a la comisaría. Mis papás me fueron a buscar y me sacaron la cresta.

Es ver infomerciales en la tele.

Vino tinto para acompañar una buena carne y la comida, lejos una parrillada.

Un cuchillo, una caña de pescar y un bote para arrancar de la isla. 

Daniel Pinto, 23 de octubre de 1982, Santiago.

Absolutamente ninguna y sigo sin tenerla.

Ninguna, no existe una técnica ni clave del éxito, yo no trabajo en televisión, yo sólo aparezco en ella.

Ufff, una vez me dijeron colocolino, me quería morir.

Mucho sentido del humor y burlarse de los demás y de uno mismo, nunca falla.

Muy mateo, el mejor de mi generación en el colegio, la universidad y en la pega.

Me gusta bailar, pero no soy de la escuela clásica de baile. 

Me encuentro muy bonito, pero sólo me lo dice mi mamá.

No puedo negar que siempre había alguien, por lo que me iba bien con las chiquillas.

Sí, me acuerdo, se llamaba Luciana.

La primera vez fue en mi casa con mis amigos a los 16 años, compramos una promo entre 5. Teníamos un amigo con cara de grande y a él le vendían copete, por lo que quedamos hechos mierda ese día.

Me hice el sonámbulo para entrar a las piezas de mis amigas.

Los autos.

Piscola con Coca Light, y de comida un churrasco palta en marraqueta con mayo Kraft.

Un Play Station 3, una foto de la Lucila Vit y un equipo de música.