El destacado pianista ha recordado en distintas ocasiones al cantautor y a su brutal asesinato, en los días posteriores al golpe del 11 de septiembre de 1973. Lo ha comparado con el fusilamiento de Federico García Lorca y confesó hace unos años que cuando se enteró de su muerte, sintió un “dolor inmenso” que no se le quita.
En septiembre de 1973, el destacado pianista Valentín Trujillo ya era un consolidado compositor, arreglista y director de orquesta que había trabajado junto a Cecilia y Los Huasos Quincheros. Participaba en los programas de televisión Sábado Gigante y Pin Pon, aunque también lo había hecho en la campaña de Salvador Allende.
Hijo de un minero y de una profesora, el “tío Valentín” de pequeño mostró sus dotes musicales y aprendió a tocar el piano de manera autodidacta a los cuatro años. A los siete, estudiaba en el Conservatorio Nacional de Música. Incluso cuando aún era menor, era parte de las orquestas de radio Cooperativa, Pacifico y Corporación.
Sin embargo, el Golpe de Estado para derrocar el gobierno de Salvador Allende marcó un quiebre en el país y dejó al pianista viviendo momentos de incertidumbre.
“El 11 de septiembre de 1973 me sentí absolutamente abrumado, aunque convencido de que lo que estaba pasando no podía durar más de 24 horas. Creí que como el ‘tanquetazo’, que había ocurrido pocos meses antes, el golpe iba a ser controlado y todo volvería pronto a la normalidad. Incluso le di crédito a rumores como ese según el cual el general Prats venía desde el sur, a la cabeza de un ejército para ponerle fin al golpe y restaurar la democracia”, recordó el compositor de 90 años en su libro biográfico Valentín Trujillo, una vida en la música.
“Cuando me llegó la noticia de la muerte de Víctor Jara me di cuenta de que la mano venía muy fuerte y acudí a algunos amigos que me escondieron por varios días”, relató.
El secuestro y cruel asesinato del cantautor marcó a Trujillo, quien lo ha recordado en distintas oportunidades con el pasar de los años y ha calificado el crimen como una “herida que no cicatriza”.
Los recuerdos del “Tío Valentín” con Víctor Jara
Víctor Jara se ha convertido en una de las voces más emblemáticas del movimiento músico-social “nueva canción chilena”. A casi 50 años de su asesinato, el cantautor, actor, profesor, escritor y director de teatro sigue siendo recordado por su talento y carrera que acabó prematuramente.
“A Víctor lo conocí lamentablemente poco. La vez que estuvimos más de una hora y media juntos fue en la gran huelga que hicimos en el Liceo Manuel de Salas, con otra figura extraordinaria que fue Ricardo García. Estuvimos ahí hablando más de una hora y media con Víctor y Ricardo”, recordó Trujillo en una entrevista con la Fundación Víctor Jara.
“Lamentablemente, no lo pude acompañar musicalmente porque Víctor se auto acompañaba. No necesitó nunca un pianista cerca, yo me habría ofrecido”, expresó.
El pianista relató que, horas después del Golpe, se enteró de la detención de varias personas en la Universidad Técnica del Estado. Entre ellos, Víctor Jara.
“Las fuerzas populares, desarmaban, creyendo que con tarros de basura íbamos a parar un Golpe de Estado, a parar los tanques. Fue una inocencia, una candorosa y torpe inocencia”, lamentó Trujillo.
Sobre la muerte del cantante, el pianista expresó que “me entero porque empieza a circular todo su poema del Estadio Chile, lo horrendo que significó su tortura. Después supimos que fue sacrificado con una cantidad atroz de 40 balas. Era un hombre absolutamente desarmado, detenido, con una pura guitarra”.
Para Trujillo, el asesinato de Jara es comparable con el asesinado del poeta, dramaturgo y prosista español Federico García Loca, quien fue fusilado un mes después del golpe de estado que luego dio inicio a la guerra civil española.
“Lo de Federico García Lorca a mi juicio, fue un atentado contra la cultura (...) y el asesinato alevoso a Víctor Jara también. Hombres talentosos, artistas en varias formas. Lo de Víctor Jara, su asesinato solamente es comparable al horrendo asesinato de Federico García Lorca. Por las mismas bestias”, afirmó el compositor nacional.
En una reciente conversación con Culto por los 50 años del Golpe de Estado, Trujillo reflexionó sobre el crimen del cantautor popular.
“Víctor Jara... ¿de qué era culpable para que lo mataran de esa forma?¿andaba armado?¿andaba disparando? Él tenía sus canciones, Te recuerdo Amanda, Luchín, la Plegaria a un labrador que la grabé con Cecilia, sin pretender nada más que hacer una canción bonita”, lamentó.
El asesinato de Víctor Jara
Con la llegada de Salvador Allende a la presidencia en 1970, Jara tomó el rol de embajador cultural. Participó en las campañas de la Unidad Popular y entró al Departamento de Comunicaciones de la Universidad Técnica del Estado.
Sin embargo, tras el Golpe de Estado, Jara fue detenido el 12 de septiembre de 1973, luego de militares irrumpieran en las dependencias de la casa de estudios en las que realizaba clases.
Junto a otros académicos, estudiantes y trabajadores, fue llevado hasta el Estadio Chile, que fue implementado como centro de detención. Al ser reconocido por los militares, fue agredido e insultado.
El cantautor junto a Littré Quiroga -Director General del Servicio de Prisiones- fueron separados de los demás detenidos y sometidos a crueles torturas. Jara fue agredido principalmente en el rostro y en sus manos, con “patadas, golpes de puño y golpes de culata con armas”.
Tres días después, el 15 de septiembre, ambos fueron llevados a los camarines mientras se organizaba el traslado de los detenidos hacia el Estadio Nacional. Allí, ambos fueron asesinados: Jara recibió 44 balazos, mientras que Quiroga 23.
En una conversación con Jean Philippe Cretton para el programa Mi Rincón en 2018, Valentín Trujillo confesó que cuando se enteró del asesinato del cantante sintió “un dolor inmenso que no se me quita”.
“Hay heridas que no cicatrizan. Esa es una de las heridas que no me cicatrizan. Hay varias más, pero esa es una de las heridas que no cicatrizan no solamente a mí, sino a miles de chilenos”, expresó.
El pianista reflexionó que “son heridas imposibles de decir ‘demos vuelta a la hoja’. Oye, no me mataron a un gato, fue un ser humano, un hijo, un hermano, sobrino, tío, amigo. Ese hablar tan frívolamente, con mentalidades mozas, no leen nada, no analizan nada o muy poco. Está bueno que digamos ‘el fantasma del partido comunista’. ¿Hasta cuándo? Lean algo”.
¿Justicia?
Hace unas semanas, y ya a casi 50 años de su secuestro y cruel asesinato, la Corte Suprema dictó la sentencia definitiva contra siete militares en retiro por el crimen.
En un fallo unánime, el máximo tribunal ratificó la sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago que condenó a los acusados a 15 años de presidio por homicidio y a otros 10 por el secuestro calificado de Jara y de, en aquellos años director de Prisiones, Littré Quiroga.
Los condenados fueron Raúl Jofré González, Edwin Dimter Bianchi, Nelson Haase Mazzei, Ernesto Bethke Wulf, Juan Jara Quiroga y Hernán Chacón Soto. A su vez, el otrora oficial Rolando Melo Silva deberá pasar 5 años y 3 años de presidio, como encubridor.
Sin embargo, horas antes de ser detenido, Chacón Soto -de 86 años- se quitó la vida antes de ir a la cárcel para cumplir su condena.
Además, dos de los militares en retiro condenados -Raúl Jofré y Nelson Haase- se encuentran prófugos de la justicia y no han sido capturados por la PDI.
“El Golpe nunca tuvo una justificación”
En el marco de los 50 años del Golpe que instaló la dictadura de Augusto Pinochet, Trujillo comentó a Culto hace unas semanas que en aquel entonces “se estaba persiguiendo a la gente porque pensaba distinto”.
“Para mí, y para muchos de los más afectados, el golpe nunca tuvo una justificación, dado lo que produjo, tortura, asesinato, robo. Y yo hablo de golpe cívico-militar porque fueron los civiles los que golpearon la puerta a los militares y estuvieron 17 años haciendo gárgaras con la palabra democracia, pero no, fue dictadura. Y casi logra estar ocho años más, porque el plebiscito Pinochet lo pierde estrechamente, o sea, querían 25 años de dictadura”, recordó.
“Hay que ser muy caradura, el golpe no se justifica por ningún lado. Allende preparaba un plebiscito y estoy seguro que si lo perdía, se iba a ir, pero hubo traición por todas partes”, sentenció el pianista.
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