Lo habían trasladado para custodiar a los miles de peregrinos que hoy llegan a rezar y pagar mandas al Santuario de Lo Vásquez. Pero la misión del carabinero Ariel Herrera Naranjo (21) acabó abruptamente, cuando un tiro percutado accidentalmente por uno de sus colegas se le alojó en su cuello y le produjo la muerte.
Era cerca de la 1.00 hora de ayer en la subcomisaría de Lo Vásquez. Según el prefecto de Valparaíso, Nelson Hevia, la víctima acomodaba sus pertrechos junto a varios policías, cuando a uno de éstos se le escapó el tiro que acabó con la vida del joven policía.
"El fallecimiento de este carabinero se produjo por causa de un error en la manipulación del arma de servicio de otro efectivo que estaba frente a él... Estaban en el lugar destinado para dormir", relató el prefecto Hevia.
Los demás uniformados avisaron del accidente a sus superiores, quienes reportaron los hechos a la fiscalía militar de Valparaíso, que ordenó de inmediato la constitución de Labocar para recopilar mayores antecedentes sobre el caso.
La institución verde, además, instruyó un sumario interno para determinar las responsabilidades del autor del mortal disparo, quien permanece detenido en una unidad policial del Puerto.
La víctima del accidental tunazo pertenecía a la Primera Comisaría de Viña del Mar y había sido destinado a labores de patrullaje motorizado al Santuario que hoy espera cerca de 800 mil peregrinos.