Se trataba de un cargamento de juguetes falsificados, terrible de juleros, que gracias a la visión de rayos X de los cabros de la Aduana de Iquique, no lograron ingresar a nuestro país.

Y no era cualquier cuestión, porque se convirtió en el decomiso de juguetes más grande del último tiempo, e incluso superó todo lo requisado durante el año 2016, de un solo paraguazo.

"Se trata de tres contenedores repletos de juguetes falsificados que fueron incautados por los fiscalizadores del Servicio Nacional de Aduanas en el puerto de Iquique, transformándose en el mayor decomiso de los últimos años, toda vez que se permitió evitar la comercialización de 229 mil productos que infringen las leyes de Propiedad Intelectual y Privilegios Industriales", salpicó el titán de los aduaneros de Tarapacá, Raúl Barría.

El socio aseguró incluso que el decomiso fue tan grande, que representa el 17,83% de todos los juguetes incautados por Aduanas el año pasado en todito el calcetín de tierra.

Es que además de los monitos juleros pillaron autos a control remoto, muñecas, sets de belleza y artículos de las series animadas con las que gozan los más pequeños.

De hecho, entre tanto plástico fundido y pintado a la mala asoman burdas imitaciones de Los Vengadores de Marvel, como un Iron Man con distemper, un Thor con las manoplas más grandes que el caracho, un Hulk con menos punche que el equipo de Guede y un Capitán América a horas de morir por derretimiento.

A ese piño funesto hay que sumar copias ordacas de Batman y Superman, y malos moldes de Cenicienta, Frozen, Princesa Sofía, Soy Luna y la Doctora Juguete, además de sets de maquillaje de Peppa Pig y sets de Tortugas Ninjas, Pókemon, Dory, Spiderman y Toy Story.

"El primer contenedor traía 278 bultos con 82 mil 368 juguetes, el segundo venía con 285 cajas y 86 mil 280 juguetes, y el tercero cargaba 244 bultos con 60 mil 488 productos, mercancías que salieron desde China y su destino era una importadora ubicada al interior de Zona Franca", nos contó Barría, quien calculó que la maniobra tramitada por una misma persona en diferentes fechas tiene un valor comercial que supera los 200 palos.

A POR LA SALUD

El intendente (s) de Tarapacá, Francisco Pinto, destacó el procedimiento aduanero porque no sólo evita una defraudación fiscal, sino que también "impide que este tipo de productos sean comercializados y pongan en riesgo la salud e integridad de menores de edad. Se trata de juguetes con partes y piezas pequeñas, que además son de mala calidad y cuya composición no está certificada".

El fiscal regional (s), Hardy Torres, por su litro, valoró el decomiso desde la perspectiva del volumen y la persecución de un delito tan complejo como el contrabando.

"El contrabando sirve incluso como delito base para el lavado de activos y detrás de estos grandes volúmenes hay otras aristas que nosotros investigamos. La denuncia que hizo Aduanas ya fue ingresada y estamos desarrollando las investigaciones necesarias para lograr la mejor persecución de todos los involucrados", aseguró.