Demanda contra el Arzobispado reveló violación al interior de la Catedral

El cardenal Ricardo Ezzati habría estado en conocimiento del caso de abuso sexual protagonizado por el cura Tito Rivera.

Los escándalos por abusos sexuales dentro de la Iglesia Católica parecen estar lejos de llegar a su fin, luego de que este lunes se diera a conocer uno de los secretos mejor guardados por el Arzobispado de Santiago.

Se trata de una demanda por indemnización de perjuicios por 350 millones de pesos contra dicha institución, representada por el cardenal Ricardo Ezzati, la que fue ingresada al Poder Judicial el pasado 27 de febrero. Esta presentación revela un episodio de violación, hasta entonces desconocido, que tiene de protagonista al cura Tito Rivera, exrector de la iglesia Las Agustinas, de hoy 67 años.

De acuerdo al reportaje publicado por Radio Biobío, los hechos dan cuenta de una denuncia presentada ante la Oficina Pastoral de Denuncias (Opade) en marzo de 2015, en el que "Z"- de 40 años- asegura haber sido drogado y violado por el religioso en una de las habitaciones de las Catedral de Santiago, cuando fue a pedirle ayuda para comprarle los remedios a su única hija enferma.

"Lo vas a pasar rico", le habría dicho Rivera a la víctima, la que ya no tenía control sobre su cuerpo.

Estos hechos fueron consignados por una "investigación previa" llevada a cabo por el presbítero Francisco Walker Acuña y que cerró en 2015. Ahí se estableció que lo que decía "Z" era verosímil y que no era el único caso, puesto que se descubrió que Rivera había realizado tocaciones a un seminarista y a otro menor de 16 años, cuyas denuncias fueron archivadas sin ninguna explicación.

Pero eso no es todo. El sacerdote Tito Rivera también se apropiada de objetos sagrados que sacaba desde la Caterdal y Las Agustinas, las que llevaba hasta su domicilio y que posteriormente fueron descubiertas por Carmen Pizarro, conservadora del principal templo de la Iglesia Católica junto a la PDI.

Pese a que Rivera intentó inculpar del robo de especies a uno de sus monaguillos, este lo denunció y aportó evidencias respecto a los hurtos.

Encubrimientos

Esta grave situación pone en aprietos al arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, al que se le acusa de encubrimiento de abusos sexuales cometidos por sacerdotes.

Según cuenta el relato, el cardenal Ezzati se encontraba dentro de la Catedral, a lo que "Z" esperó su turno e ingresó al sector del confesionario, donde le contó sobre la violación que había sufrido por parte de Rivera, sus frustraciones ante la inacción del organismo en el caso y las nefastas consecuencias que dejó en su vida.

Al salir del confesionario, Ezzati lo abrazó, le pidió que rezara Tito Rivera y le entregó 30 mil pesos en efectivo.

Ante el sentimiento de impunidad y "Z" se enteró de la ola de acusaciones contra la Iglesia Católica por abusos sexuales contra menores, presentó una denuncia el 26 de junio de 2018 al Ministerio Público, la que actualmente está en manos del fiscal regional de Rancagua, Emiliano Arias. A raíz de este hecho, el persecutor allanó las oficinas de la Catedral el pasado 13 de septiembre, en donde se encontraron documentos de la indagatoria previa, que contenía más testimonios.

Uno de ellos Rivera es Juan de la Cruz Suárez, "Dean" de la Catedral hace 12 años, que Ezzati designó en 2018 para oficiar el Te Deum católico. De la Cruz había declarado que Rivera usaba constantemente las habitaciones de la Catedral y que incluso llegó a decirle "que estaban hablando mal de él" y que fuera "más discreto" cuando ingresaba a jóvenes de clase media baja al lugar. Además, reconoció que le entregaba las llaves al sacerdote.

Por otra parte, la PDI intentó interrogar a Ezzati y a Rivera por estos acontecimientos, pero ninguno de ellos se ha querido pronunciar al respecto.

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