Los movimientos financieros podrían ser clave en la investigación del misterioso crimen.
Sigue la investigación en torno al misterioso crimen del teniente (r) Ronald Ojeda, quien fue secuestrado y asesinado en la Región Metropolitana.
Entre otras diligencias, la PDI y Fiscalía rastrean los movimientos financieros del exmilitar venezolano, logrando incorporar nuevos elementos a la investigación.
Según detalló La Tercera, un testigo reveló que, hasta diciembre del 2023, Ojeda mantuvo un “contacto activo” con el capitán (R) Anyelo Heredia Gervacio.
Se trata de uno de los exmilitares que habría colaborado en la planificación de la operación “Brazaleta Blanco”, plan que habría tenido como objetivo conspirar contra el régimen de Nicolás Maduro.
Sobre este vínculo también hay antecedentes en la indagatoria sobre su secuestro. “Cuando el capitán Heredia Gervacio vivía en Estados Unidos, en tres ocasiones envió entre $100.000 a $200.000 y en una oportunidad envió aproximadamente $1.000.000″, dijo uno de los testigos en la causa, agregando que esa “ayuda” era para que Ojeda y su familia pudieran cambiarse de casa, pues en ese entonces no tenían trabajo.
Los depósitos y transferencias desde la cuenta de Ojeda son objetos de la investigación. En ese sentido, también se pesquisa su rol en el “envío de remesas” hacia Venezuela. El teniente (R) recibía transferencias bancarias en su cuenta rut del Banco Estado, y también en su cuenta corriente FAN del Banco Chile, para luego enviarle dinero a un amigo apodado “FEFO”. Este último sería el encargado de distribuir la plata que Ojeda le enviada, en Caracas.
Ojeda no sólo enviaba dinero en efectivo. Según relató un testigo, también enviaba criptomonedas.
Pidió un préstamos
La investigación también confirmó que Ojeda solicitó un préstamo irregular, es decir, no a través de los conductos formales.
En enero, su hermana -que llegó al país en diciembre de 2017- habló con él para pedirle un favor: un préstamo por $2 millones.
El estado del préstamo también es materia de investigación, sin embargo, este habría estado siendo cancelado mensualmente por la hermana de Ojeda. Este no habría sido el primer contacto entre el prestamista -chileno- y la mujer, pues antes también le había solicitado “créditos” para sus negocios.