Depredador y Alien están aterrorizados por ola de calor

En los alrededores de la Plaza de Armas de Santiago hace un par de meses andan merodeando dos criaturas tan temibles como famosas. Por dos mil pesos, la barra pop se puede tomar una foto con ellas y recibir la imagen impresa altiro, y por luca los monstruos posan para el celular del transeúnte.

Los socios tras el negocio son los peruanos Diego Nima y Edwin Natividad, que periódicamente le sacan partido a sus disfraces en el centro de Lima, pero ellos no son los actores que se meten dentro de los trajes, sino que los fotografían y cobran la plata porque los trajes son de ellos.

Para la gira de tres meses que realizan por nuestra capital que finalizará en diciembre contrataron a dos peruanos residentes. El técnico en computación y disc-jockey Xavier Rodríguez aprovecha su metro 85 para pitutear, entre las 12.00 y las 19 horas, como Depredador, y el bartender Ítalo Cabrera interpreta a Alien.

Lamentablemente durante estos días los corpóreos han sufrido con la ola de calor en la capital y que ayer llegó sobre los 34 a la sombra.

En las semanas que llevan trabajando no han tenido problemas con carabineros, que a lo más los han correteado, y aún no conocen los calabozos de la Primera Comisaría. Además, Diego considera que los trajes están tan bien confeccionados que su actividad debería ser calificada como "artística".

El caluroso noviembre ha sido terrible para los muchachos que se meten dentro de los trajes que desesperadamente buscan la sombra y se hidratan con litros de Inca Kola.

A PEDIDO

Un tío de Diego confecciona los disfraces para que la empresa familiar los trabaje y también los fabrica a pedido. En hacer un Depredador demora un mes y medio y cobra tres mil dólares, mientras que un Alien le toma un mes y cuesta sólo mil billetes verdes.

Edwin contó que en Chile les ha ido bien, pero cacharon que los primeros días de la semana son flojos así que se instalan entre jueves y domingo.

En una buena jornada contaron que sacan más de 100 fotos y en un día corneta apenas superan las 20.

Aparte de vender fotos en la calle, en Chile los monstruos también hacen eventos privados y asisten a cumpleaños, mientras que en Perú los personajes que llevan cuatro años trabajando tienen categoría de estrellas y son habituales invitados de la tele.

La mayor gracia de los disfraces, junto con los acabados detalles, es que están fabricados con productos reciclados y la idea de los muchachos es itinerar por Sudamérica y matar de susto a la gallá.

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