Con el corazón en la mano y el alma en pedazos terminó Marcelo Díaz su participación en la Copa Confederaciones. El volante es pieza fundamental en el esquema de Juan Antonio Pizzi y se nota cuando su nivel no anda al 100 por ciento.
Por lo mismo, el condoro de hoy en el gol alemán dejó a "carepato" con el ánimo por el suelo y no pudo recuperarse.
Una maldita jugada al minuto 20 del primer tiempo marcó la final de la Copa Confederaciones y Díaz asumió como propio el guatazo del equipo.
Cachando que la cabeza de Díaz no estaba del todo bien, Pizzi decidió sacarlo y poner a Leornardo Valencia para crear más fútbol en el mediocampo. Y también para cuidar a uno de sus futbolistas más importantes.
LLANTO
Una vez finalizado el partido, Marcelo Díaz fue el único pelotero que se quedó en el banco de suplentes. Con Las manos sobre la cara trató de tapar las lágrimas que aguantó durante casi 90 minutos.
Al cachar el desconsuelo de "Chelo", uno a uno los peloteros de la Roja se acercaron a su compañero a prestarle ropa. Y de paso apañar en el difícil momento.
Incluso, el técnico Juan Antonio Pizzi se acercó al volante y frente a todas las cámaras trató de levantarle el ánimo a "carepato".