Todo partió cuando una patrulla cachó a un vehículo Chevrolet Orlando blanco sin patente, y los carabineros invitaron a sus tripulantes a detenerse.
Los tipos no pescaron y apretaron cachete por la costanera, y los verdes comenzaron una persecución a la que se le sumó más contingente.
Finalmente lograron detenerlos antes de que causaran un accidente. Al realizar el control de identidad se dieron cuenta que los cuatro ocupantes eran santiaguinos, de los cuales tres tenían antecedentes. De yapa cacharon que el vehículo era robado al igual que los bolsos que llevaban.
"Eran tres hombres y una mujer, en el vehículo se encontraron bolsos y maletas de las que ellos no supieron dar una razón lógica de su existencia. Había una maleta con el nombre y apellido de una persona que contactamos y dijo que había sufrido un robo", explicó el mayor Alex Oporto, jefe de la 4a Comisaría de Concón.
Lo más terrible: había un aparato capaz de abrir autos
"Se trata de un control remoto, de esos cuadrados chicos para abrir autos o portones eléctricos. Al realizar una prueba de su funcionamiento lo usamos en la unidad policial y abrió a seis vehículos de forma simultánea, eran de distintas marcas y modelos, pero todos fueron abiertos, ante lo cual se procedió la detención de estas personas", agregó Oporto.
"El control remoto abre los cierres centrales de los vehículos a distancia y también inhibe la alarma, por tanto, quedan absolutamente vulnerables. Lo que existía en otros casos era un inhibidor de señal que cuando las personas a distancia querían cerrar el vehículo, el aparato bloquea el sistema original y el auto queda abierto, pero no es este el caso, porque aquí el vehículo cerraba y con este control lo podían abrir", remató el mayor.
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