Los delincuentes tenían un pasadizo secreto con el propósito de llegar a las bóvedas. Se hallaron múltiples objetos que utilizaron para su elaborado plan.
Esperaban que su operación resultara exitosa. Sin embargo, durante la madrugada de este domingo las autoridades descubrieron sus planes.
A través de un túnel de 15 metros de largo y tres metros de ancho, los criminales esperaban entrar a las bóvedas de Prosegur, para así escaparse con grandes sumas de dinero.
Debido a esta situación que ocurrió en Rancagua, este martes se formalizará a diez presuntos implicados, con edades que van desde los 20 hasta los 50 años.
Según explicó a LUN el jefe de la Brigada Antinarcóticos Metropolitana, Juan Figueroa, el mismo grupo estaba siendo investigado por esa unidad.
“Ellos se dedicaban especialmente a realizar quitadas de droga a otras organizaciones en Santiago”, afirmó el agente de la PDI.
Junto con ello, varios tienen antecedentes por robo.
Pese a que no pudieron salirse con la suya, uno de los puntos que más ha llamado la atención es la cantidad de elementos que utilizaron para su plan.
Entre las herramientas que encontraron los detectives se encuentran: un router inalámbrico para tener acceso a internet, equipos para cortar metales, cascos de seguridad con iluminación, un sistema artesanal de ventilación portátil, y protectores visuales y faciales para prevenir accidentes.
A esto se le sumó un rollo de cable, binoculares para vigilar, artefactos de iluminación LED portátil, respiradores reutilizables, filtros para gases y un equipo de música.
Este último, según dijo al citado medio el jefe de la BIRO Mostazal, Cristian González, lo usaron “para disimular y mitigar ruidos provocados por la fabricación del túnel”.
Cada uno de estos elementos dan cuenta de “la preparación que tenían estos sujetos”, aseguró el agente.
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