Ex dirigente loína desempolvó historias de Alexis Sánchez en Calama

Alexis Sánchez es un mito viviente en Calama. Su rostro está en varios murales del estadio "Zorros del Desierto" y no hay canterano de Cobreloa que no se inspire en él, cuando las cosas se ponen difíciles.

Todos tienen que ver con "Maravilla". Pero sólo hay una persona que conoce su historia. Se trata de la "Biblia naranja", la eterna dirigente loína: Verónica Pizarro. Fue ella quien recibió al talentoso delantero en el 2005 y le pagaba el humilde viático de 70 lucas que el club le daba para que fuera al colegio (Padre Hurtado).

"Se paraba en la entrada de la sede y me decía que venía a buscar su plata. Yo le preguntaba cómo le estaba yendo, y aunque no le gustaba mucho el estudio, no faltaba a clases", soltó doña Vero a La Cuarta.

Luego y con un suspiro de por medio, nuestra entrevistada soltó que le da gusto ver a la estrella del Arsenal riendo en las conferencias de prensa o haciendo maldades en la Roja, porque "acá era muy tímido, reservado, muy callado. Charles (Aránguiz) y Eduardo (Vargas) eran más maldadosos".

Eso sí, aclaró que ninguno de los tres era garabatero ni le faltaba el respeto a sus mayores. "Todos buenos muchachos y la gente de la pensión que tenemos para los cadetes, los querían mucho en su época", resaltó Pizarro.

Alexis no era tan pololo

Pero hay algo que no calza con el actual Sánchez. En esa época (2005), Alexis no era el rompecorazones que hoy conocemos. "Y eso que las chiquillas lo perseguían", dice la señora Verónica.

"Tenía arrastre entre las mujeres, pero no hablaba mucho. Era muy callado. Charles y Eduardo fueron más pololos. Alexis no era galán", confesó.

Recuerdos que seguramente se le vendrán a la mente a Alexis, cuando hoy asista al homenaje que le tienen preparado en el remodelado estadio de la institución que lo vio nacer. Y ahí se reencontrará con Verónica, si es que la gran cantidad de gente que hoy quiere verlo y tocarlo, se lo permite.

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