Sujeto condenado a cadena perpetua por el crimen de Nicole Saavedra ya había sido denunciado por ataques sexuales en la micro que conducía.
"Mujeres que venían de carretes o mujeres que se amanecían en la calle. Estas últimas son mujeres que andan de un lado para otro durante la noche, hasta que les da el amanecer. Así fui conociendo varias mujeres, no recuerdo cuántas, con las cuales llegué a tener relaciones sexuales".
Con esta declaración -entregada el 1 de octubre de 2019- Víctor Pulgar dio luces de su comportamiento como chofer de la micro 192 del recorrido El Melón-Limache, en la región de Valparaíso.
Si bien no le gustaba trabajar los sábados, el sujeto veía en esas pasajeras una oportunidad.
"Me comentaban que andaban mareadas o me pedían que las llevara. De esta forma se generaba confianza y terminaba en una relación sexual", agregó después.
Según reveló un reportaje de La Tercera, en su testimonio judicial, el condenado psicópata detalló que "en cuanto a la relación sexual, no eran muy largas por la adrenalina (…) Quiero señalar que yo mantenía siempre el deseo sexual, pero no generaba las condiciones de los encuentros. Más bien aprovechaba las circunstancias que se daban".
Crimen de Nicole Saavedra
A las 7:40 horas del sábado 18 de junio de 2016, en el paradero 7 de su recorrido, se subió Nicole Saavedra. Una estudiante de 23 años que pretendía regresar a su casa.
"Ella estaba bajo la influencia del alcohol, venía de un carrete", aseguró Pulgar el pasado 29 de octubre, en el marco del juicio oral.
Fue en esta instancia judicial que el chofer relató que, cuando estaban por llegar a La Calera, el bus quedó vacío y sólo estaban los dos.
Mientras hablaban, Saavedra le dijo que no le gustaban los hombres, que era lesbiana. Fue en ese momento que Pulgar comenzó a cuestionarla: "¿Cómo vas a saber quién tiene la razón, si no has probado con un hombre?".
Según el sujeto, Nicole Saavedra cedió y tuvieron relaciones sexuales en el bus. Cuando terminaron -dijo el chofer en el juicio- ella le comentó que no sentía nada.
Lo cierto, es que, una semana después, el cuerpo de la joven fue hallado en Limache.
Según corroboró la policía uniformada, el cadáver se encontraba en un sector rural del embalse Los Aromos y, las primeras evidencias, daban cuenta de la intervención de terceros; mientras que las manos de la víctima estaban atadas, se confirmó la existencia de heridas cortopunzantes, erosiones y golpes traumáticos.
Cabe recordar que, la semana pasada, el Tribunal de Quillota condenó a Víctor Pulgar a una pena de presidio perpetuo calificado, en calidad de autor del delito consumado de secuestro con violación y homicidio de Nicole.
La vida de Víctor Pulgar
Nacido en Concepción, en 1979, Víctor Pulgar fue reconocido por su abuelos.
Luego de educarse en Hualpén, se fue a vivir Limache. Fue en esta ciudad donde formó una familia, pero finalmente se separó de su pareja.
Su primer registro en tribunales se remonta a marzo de 2009, cuando fue condenado a una pena remitida por robarle un bolso a una persona, a quien también golpeó.
Ya en 2014, comenzó una relación sentimental con su sobrina/prima, Gicella Pulgar. Si bien la mayoría de la familia rechazaba este vinculo, su prima Karen Pulgar -quien residía en Quilpué- mantuvo contacto con la pareja.
Cuando la llamaron a declarar, Karen contó que le vendieron un auto a Víctor en 2015 y que, por el cobro de las cuotas, los iban a visitar a Limache.
"En una de esas ocasiones que le fui a cobrar, cerca de septiembre de 2016, le comento que mantenía malo mi equipo celular. Él me señala que se había encontrado en la micro un celular, ya que en esa época Víctor trabajaba como chofer de una micro en Limache. Me lo vendió en 25 mil pesos (…) Era un equipo de color negro marca LG, el cual estaba pagado. Lo prendí y no tenía nada de información. No tenía números, fotos, nada. Estaba como nuevo", aseguró la mujer, desconociendo que se trataba del celular de Nicole Saavedra.
Más ataques
Con total impunidad, Víctor Pulgar siguió trabajando la micro 192. El 9 de diciembre de 2016, alrededor de las 18.45, una niña de 12 años y estudiante del Colegio El Melón, de la comuna de Nogales, se subió a su bus para llegar a su casa.
"Cuando llevaba como 10 minutos en la micro, el chofer paró frente al colegio que está cerca de los carabineros de Nogales y se fue a mi asiento (...) Me dijo que me ofrecía dinero si es que lo empezaba a masturbar. A lo cual yo le decía repetidamente que no. El me empezó a pedir por favor que lo masturbara y me tomó de la polera y empezó a levantármela. Yo le pedía que me dejara, pero él no me hacía caso. Después me me empezó a sacar los cordones de los zapatos. Yo traté de arrancar, pero el me dijo 'no me hagai que te pegue'. En un momento yo intenté zafarme de él, pero me tomó por el cuello y me intentó sofocar. Después me soltó y me amarró ambas manos con mis cordones, mientras yo estaba sentada en el asiento del bus. Después empezó a decirme que por favor lo hiciera. Y me decía que no me iba a dejar tranquila hasta que lo masturbara", declaró esa menor, de acuerdo al citado reportaje.
Finalmente, Pulgar se bajó los pantalones y obligó a la niña a hacerle sexo oral.
"Yo lloraba y le pedía que parara. Pero él no se detenía. Me amenazaba, me decía que si es que no paraba de llorar, me iba a pegar. Después se subió el pantalón, sacó mi mochila, tomó mis cuadernos donde estaba mi dirección y le sacó una foto. Luego me dijo que si yo le decía a alguien, me iba a ir a buscar. Me toqueteó el pantalón y ahí creo que me metió 10 mil pesos, porque cuando me revisé después tenía esa plata", agregó la víctima.
"Volvió a su vida normal"
Sobre lo que vino después se refirió Gicella Pulgar: "Primero lo detuvieron, pasó a una audiencia y le dijeron que tenía que estar en la cárcel. Se contrató un abogado, apeló y lo dejaron con reclusión total en la casa como cuatro meses. Después el abogado hizo su intervención y él volvió a hacer su vida normal".
En 2018, una hermanastra de Gicella, de 12 años, denunció a Víctor Pulgar por violación y abuso sexual reiterado, cometidos entre 2012 y 2014.
La mañana del 29 de junio de 2019, durante el juicio, Karen Pulgar llamó a su madre desde el teléfono que le había comprado a su primo. Le dijo que se viniera para el tribunal y le explicó que la denunciante contó que "le tenía terror al Víctor".
Dos días después, usando el mismo teléfono, Karen Pulgar llamó a otra persona. Quería saber si a Víctor Pulgar lo habían declarado culpable de la violación de la hermanastra de Gicella. Ella no lo sabía, pero la PDI la estaba escuchando.
Cuarto fiscal
La perito criminológica de la PDI que realizó un perfil a Pulgar basado en el caso de Saavedra, anotó lo siguiente: "Las características del delito dan cuenta de autoestima pobre, así como predominio de elementos ansiosos en la personalidad".
César Astudillo, el cuarto fiscal que tomó la causa de Nicole Saavedra, explicó que durante todos estos años "se siguieron distintas pistas, todas aportadas desde el entorno familiar de la víctima, y siempre sobre la base de buscar un agresor sexual que estuviera motivado por la orientación sexual lesbiana de la víctima".
Por lo mismo, él optó por buscar el celular de Nicole a través del IMEI. Así se llegó al teléfono que usaba Karen Pulgar y la identidad del criminal.
"Este fue un delito motivado por deseos de dominación y poder. Esas son las características de los psicópatas sexuales. Lo que más les satisface, además del deseo sexual, es tener sometida a la víctima", aseguró el persecutor.