El ingenio del ladrón chileno es, lamentablemente, conocido en todo el mundo. En honor a esa mala fama, un grupo de emprendedores con mucho tiempo libre y deseos de ampliar el acotado mercado exportó el famoso cuento del tío a España. ¡Joder!
La banda canera practicó desde la mismísima cárcel los modismos españoles para lograr un acento igualito a Amaro Gómez-Pablos. Todo como parte de un sofisticado plan que les permitió estafar a cientos de petazetas que ingenuamente creían que sus familias habían sido secuestradas.
Según reveló la policía española, el modus operandi de los malandras era engrupir por teléfono a los desesperados parientes, en su mayoría inocentes tatitas, con fuertes amenazas que los llevaban a soltar las lucas por miedo a que sus seres queridos fueran torturados.
Y las víctimas caían al toque, si las llamadas eran del toque: "Tío, ¿cuánto valoras cada dedo de tu hijox?x ¡Joder!".
Los verdes petazetas señalaron que en sólo dos meses recibieron 162 denuncias de distintas provincias españolas, como Madrid, Málaga, Zaragoza y Sevilla de los delincuentes chilensis.
Los polis explicaron que los visionarios caneros ganaban desde 230 lucas a un poco más de 7 palos con sus estafas. Además, soltaron que todo lo hacían desde prisión, que serían Colina 1 y 2.
Ahí, al menos cuatro presos -los autores intelectuales y cabecillas- con teléfonos móviles realizaban aleatoriamente llamadas a España, hasta que alguien caía.
Como era un negocio en vías de crecimiento, otras quince personas, en su mayoría familias o vecinos de los internos, se encargaban de cobrar el pago de los supuestos rescates.
¿Y cómo les llegaba el dinerox?x Según explicaron los verdes, los pagos se realizaban principalmente con depósitos o envíos de dinero "a través de compañías internacionales dedicadas a tal actividad", aunque también llegaron a recurrir a transferencias bancarias.
La fiscalía regional Metropolitana Centro-Norte inició al toque las primeras indagaciones para cachar quiénes están detrás de esta estafa internacional.
El fiscal Ulises Berríos quedó a cargo de la investigación con ayuda de la PDI, que hace unos días ya investiga el caso.
Emprendedores: estafan a españoles desde cárceles chilenas | La Cuarta
