Cristián Espinoza Órbenes se subió en la noche del viernes a una micro del Transantiago, según los polis, con el fin de encontrar en el bolsillo ajeno algún accesorio que le pudiese servir. Jamás se imaginó que sería su último robo.
En plena esquina de San José de la Estrella con Colombia, comuna de La Florida, un bus abría sus puertas para dejar bajar a alguien. De repente, el alarido de una mujer pidiendo auxilio llamó la atención del resto del los usuarios. A una mujer le habían robado el celular.
Varios pasajeros concurrieron al llamado. Fue así como lograron la detención de Cristián Espinoza Órbenes, de 38 años, que contaba con antecedentes por porte ilegal de armas y robo.
La turba, supuestamente, habría reducido al delincuente, amarrándole los pies con los cordones de sus zapatillas. Luego esperaron la llegada de Carabineros. "Habría sido golpeado, pero eso es materia de la investigación", afirmó el capitán Rodney Marín, de la Prefectura Cordillera de Carabineros. Hasta ahí, una detención ciudadana más.
LAS DUDAS
Cristián Espinoza falleció con posterioridad y todavía se mantiene cierta duda respecto a la razón de su muerte.
"La Brigada de Homicidios de la PDI señala que esta persona no tiene lesiones externas, fracturas externas corporales que pudieran indicar participación de terceras personas", comentó la fiscal Patricia Villablanca, de la Fiscalía Metropolitana Oriente.
"Hay una retención por parte de civiles que, en principio, se ajustaría al marco legal", agregó. Y explicó que contaba con posibles problemas de salud.
"El individuo tendría problemas, aparentemente, respiratorios y, además, algún consumo problemático de alcohol o de drogas. Todo esto también influyó en la causa de muerte", cerró la fiscal, que habló de "detención ciudadana" y no de "linchamiento", como algunos usuarios reclamaban en las redes sociales.
OTROS CASOS
El caso de Cristián Espinoza Órbenes no es el primero en Chile. Otras detenciones ciudadanas han acabado con los involucrados muertos.
Uno de ellos ocurrió en enero de 2015, cuando tras el robo de una panadería en Macul, un sujeto fue golpeado por los trabajadores del local, hasta darle muerte.
Otro caso fue el que ocurrió en la Villa San Eugenio de Temuco, donde el pequeño Alan Peña fue golpeado hasta la muerte por la supuesta violación de otra menor.