"Mínimo 1 año de cárcel efectiva y hasta 10 para conductores en estado de ebriedad que generen lesiones gravísimas o muerte"
Mínimo 1 año de cárcel efectiva y hasta 10 para conductores en estado de ebriedad que generen lesiones gravísimas o muerte. Las penas de la Ley Emilia son drásticas y contemplan sanciones de privación de libertad para quienes, irresponsablemente, se pongan al volante sin tener la lucidez para hacerlo.
La legislación chilena intenta así detener la creciente cifra de muertes producto de la conducción irresponsable. Un desafío no menor en un país donde durante años se masificó la frase "curao manejo mejor". Era el momento donde el ebrio jugoso se negaba a entregar las llaves y salía a las calles y carreteras en actitud desafiante, rebelde, con consecuencias fatales en muchas oportunidades.
Cada vez que nos ponemos al volante de un vehículo, son decenas las variables que hay que controlar. Los reflejos retardados, producto de la ingesta alcohólica, son parte de los estímulos que se ven afectados por el consumo de ciertas sustancias.
El Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda) sostiene que durante el 2018, el 22,6% de los conductores sometidos a narcotest dio positivo en el consumo de algún tipo de droga. Un problema más para las autoridades.
El tema es preocupante. En los años en que pertenecí al Cuerpo de Bomberos de Santiago me tocó asistir a decenas de rescates vehiculares. Eran situaciones complejas donde era evidente el consumo de alcohol. Impactos de alta energía con consecuencias irreversibles que te llevan a reflexionar sobre por qué un joven pone en peligro su integridad y su futuro por un "carrete". Y lo es que es peor: ¿por qué otros aceptan viajar en un vehículo cuyo conductor no está en condiciones? Esa complicidad puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
La terapia de rehabilitación para adictos considera, muchas veces, exteriorizar situaciones límites. Se busca compartir experiencias para aprender de los errores y no repetirlos. Son historias de vida similares. Hechos coincidentes donde la muerte siempre ha estado a la vuelta la esquina.