Según un estudio realizado por Chiledeudas.cl, con información actualizada por la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, en el período enero 2010-abril 2018, el número de encalillados aumentó 41%, pasando de 3,7 millones de chilenos a los 5,3 millones de la última medición.
De acuerdo con esta radiografía, las mayores deudas están concentradas en el consumo, seguidas por las comerciales e hipotecarias.
Según el director del portal, Guillermo Figueroa, un tercio de los deudores presenta una carga financiera superior al 40% de sus ingresos, y el 25% de las personas que tienen compromisos financieros deben más del 50% de sus entradas totales. Los más afectados son los jóvenes menores de 30 y los adultos mayores de 65 años.
Para el experto de la empresa de defensoría a los consumidores, una alternativa para respirar de las deudas es acogerse a la Ley de Reorganización y Liquidación de Empresas y Personas (N° 20.720), que permite renegociar deudas o liquidar bienes, a fin de cerrar el impasse financiero.
¿Cómo acogerse a esta ley?
Para renegociar las deudas, se debe contar con dos o más obligaciones vencidas por más de 90 días corridos, que estas provengan de compromisos financieros distintos y que sumen más de 80 UF. Además, no sido notificado de una demanda de liquidación forzosa o de cualquier otro juicio ejecutivo, que no sea de origen laboral.
Si la persona deudora quiere acogerse a liquidación voluntaria de bienes, deberá presentar una solicitud ante el tribunal competente, con la lista de sus activos, los que legalmente son inembargables, al igual que la enumeración de los juicios pendientes con efectos patrimoniales y el estado de las obligaciones financieras, con nombre, domicilio y datos de contacto de los acreedores, así como la naturaleza de los créditos.