Evaluaciones de trabajo y deudas por vacaciones y regalos producen estrés y un alto consumo de medicamentos. Doctor en ocio entrega consejos para pasar unas vacaciones relajadas y volver como lechuga en marzo.
Llega fin de año y para muchos esto significa época de fiestas, vacaciones y pasarlo bien durante el verano que ya asoma. Sin embargo, lo esta época es también sinónimo de estrés, depresión y ansiedad, debido a lo que conllevan las compras navideñas, evaluaciones de trabajo y el endeudamiento para viajar con la familia.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) nuestro país es el más depre del mundo, ya que el 17,5% de la población presenta síntomas de depresión, trastorno de ansiedad y ánimo. Es decir, 2 millones 800 mil personas padecen estos trastornos, siendo las mujeres quienes más caen en esta situación. De ese número, 2 mil se suicidan al año.
"El consumo de medicamentos para la salud síquica aumentó en 12 años en un 470%. Se puede apreciar que de las 4 mil búsquedas que se ejecutan a diario, 280 equivalen a medicamentos para combatir manifestaciones de algún mal mental, lo que se traduce en un 7% del total", señaló Javier Appelgren, creador de la aplicación Yapp, que ayuda a cotizar e informar sobre medicamentos en todas las farmacias.
Entre los medicamentos más cotizados para tratar este tipo de trastornos, figuran el Clonazepam, seguido del Escitalopram y la Sertralina.
"Las cotizaciones que se ejecutan corresponden a antidepresivos (45%); ansiolíticos (44%) y antipsicóticos (11%). En total, el 68% de los usuarios que cotizan son mujeres y el 32% restante son hombres", agregó Appelgren.
Buscando una solución. Para el profesor y doctor en ocio de la Universidad Católica sede Villarrica, Andrés Ried, el problema radica en que las personas ponen todas sus esperanzas de esparcimiento en el verano, cuando deberían racionarlas en varias oportunidades durante el año.
"Hace falta vivir experiencias gratificantes, vivir la naturaleza, practicar deportes y salir de la rutina, la que no necesariamente necesita de grandes gastos. El estrés laboral, las aglomeraciones durante las compras navideñas, altas temperaturas, y hasta la misma rutina familiar hacen colapsar a las personas", explicó.
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