Se le promovió como el Partido por la Paz y el mismísimo Papa fue su organizador, pero en la pichanga que se jugó ayer en el Olímpico de Roma el coludo igual se las arregló para, de alguna manera, meter su cochina cola.
La mocha que enfrentó a un equipo de Scholas Ocurrentes, entidad educativa impulsada por el hombre de sotana, y a un combinado de la Fundación Pupi Zanetti tuvo todos los ingredientes de un duelo de este tipo: leyendas vivientes, poncheras y goles por montón.
La especialidad de la casa, salvo por la polémica que se levantó tras el 6 a 3 que le dio el triunfo al equipo del ex lateral del Inter de Milán. Entrevistado por la tevé italiana, Diego Armando Maradona pataleó por la presencia de Mauro Icardi, quien se había despachado tres pepas. "Él no debió haber jugado este partido. Hablaré seriamente con los organizadores", tiró el guatón más grande de todos los tiempos.
La odiosidad del “10” viene a propósito de un drama de faldas en que el compañero Gary Medel en el Inter estuvo metido hace poco menos de un año: sin importar la amistad que los unía, Icardi le comió la color a Maxi López, al levantarle a su pareja, la modelo che Wanda Nara.
La prestada de ropa no es nueva, pues el Diego ya se había despachado que "Icardi es un traidor; en mi época nos turnaríamos para agarrarlo a piñas", pero igualmente fue agradecida por López, quien tuvo tres hijos con la modelo antes de ser traicionado por su compatriota. "Grande Maradona. El más grande, sin dudas", soltó el delantero del Chievo Verona a través de su cuenta de twitter, @MaxiLopezz10.
La desplumada, en todo caso, poco le importó a Icardi y su pierna, felices por contraer matrimonio hace dos meses y por su encuentro con el Papa Francisco antes del match.
"Con tres goles de Mauritooooo la Pelota se va para casa!!! .. cada día más orgullosa de vos dentro y Fuera de la cancha @MauroIcardi te amo", soltó Wanda por twitter, sin preocuparse de la "Mano de Dios".
