Las malas noticias parecen no tener descanso en Carabineros, ya que nuevamente la institución quedó en el ojo del huracán producto de una supuesta irregularidad que esta vez golpearía a la Escuela de Caballería de las carabinas cruzadas.
Todo tendría que ver con la certificación que se estaría haciendo a los caballos que eran dados de baja.
En términos simples, lo que habrían realizado sería ingresar equinos enfermos o a punto de fallecer y cuando esto ocurría daban de baja al caballo original fina sangre.
"Una persona responsable fue separada de la institución y de esta investigación dio cuenta el general director de Carabineros al ministro del Interior, Andrés Chadwick" (Cecilia Pérez, vocera de gobierno).
Luego de una investigación interna, se descubrió que los caballos, que tienen un alto valor en el mercado, estaban en manos de particulares, por lo que se inició la investigación de dicha certificación que era realizada por el veterinario y capitán de Carabineros Mario Pineda, hermano del ex subdirector de la institución, Julio Pineda.
El profesional fue alejado de su función mientras se aclaran los hechos, mientras que el director de la escuela, teniente coronel Andrés Inostroza, fue removido y trasladado a otra unidad.
Mecanismos de control
Desde Carabineros explicaron que "debido a la aplicación de diversos mecanismos de control interno que está realizando la institución, se detectaron en la Escuela de Caballería determinadas situaciones que generaron instancias de revisión asociadas con procesos administrativos (...) se determinó el traslado del director del plantel a una nueva destinación, con el objetivo de transparentar el proceso indagatorio".
1 chip instalado en uno de los caballos fina sangre habría dado las pistas para determinar su venta irregular a un particular.
El tema también es seguido de cerca por el gobierno que a través de su vocera, Cecilia Pérez, indicó que "creemos que es lo correcto, se debe investigar a fondo, como cualquier investigación que exista, para transparentarle ante la ciudadanía y tomar finalmente las decisiones que de estas se puedan dar a conocer".
La denuncia se originó a través de la ONG "Vivir Sin Delincuencia", organizacón que recibió los antecedentes de una supuesta venta de semen de estos ejemplares, uno de los cuales habría terminado en el extranjero, específicamente en México.