El diseño penquista que obsesionó a J Balvin

La interveción de chaquetas es una de las tendencias que se está tomando el mundo de la moda, y con mayor fuerza en este último lustro. La idea es volver a poner en la calle a prendas -o restos de ellas- que estaban destinadas a morir en un vertedero, pero que recuperan y mejoran su valor gracias al trabajo de verdaderas artistas del estilo.

Este es el caso de Clarita Capelli (24), la mujer detrás de la tienda virtual "Guacha", que desde Concepción intenta conquistar al mundo con sus chaquetas intervenidas, las que se demora cerca de cinco horas en dejar como piezas únicas.

Oriunda de Necochea, Argentina, pero afincada en el Biobío hace seis años, por temas laborales de su padre, esta emprendedora de la moda cuenta con una fiel clientela, que no tiene empacho en pagar lo que cuesta una de estas exclusivas prendas, ya sea en la compra en línea, o cada uno de los "showrooms" donde "Clari" arrasa con sus chaquetas.

Una de sus grandes estrategias para pegarse en el ambiente y batallar desde el sur del mundo, ha sido compartir algunos de sus diseños con personajes famosos y muy ligados al lado "fashionista". En Chile, sus prendas las han lucido dos de las más fuertes influencers en esa arena: Vesta Lugg y Kel Calderón.

El factor Balvin

Su gran maniobra para saltar definitivamente a los primeros planos del concierto de la moda urbana latina, fue llevar una de sus chaquetas a uno de los íconos del estilo de esta generación, el colombiano J Balvin, quien el domingo dio en Concepción su último show en Chile.

Horas antes de que el intérprete de "Mi Gente" saltara al proscenio del Gimnasio Municipal penquista, a sus manos llegó una verdadera obra de arte hecha ropa.

Con una chaqueta de jeans como base, Clarita llenó la prenda de detalles representativos de la simbología que ha marcado la carrera de Balvin: rayos, cruces, smiles, manitos orando, mucho fuego y otros chiches que hacen reconocible al astro urbano.

Sin mucha convicción, pero con harta fe, la talentosa artista se jugó su carta. "Estaba 'chaqueteando' a full, como siempre, escuchando reguetón, los que me conocen saben que me encanta el reguetón y que J Balvin es mi amor, jé. Mientras oía 'No Es Justo', me dije: 'sería un sueño que J Balvin use una chaqueta mía'", partió su relato Clarita, quien aún no despierta de su sueño.

"Le hablé por Instagram, ¡tiene 24 millones de seguidores! Las posibilidades de que me contestara eran una en... ¡no, ninguna!", analizó la diseñadora, pero el colombiano atendió su pedido, y no sólo eso: aceptó la chaqueta y la usó en su recital penquista, algo inusual en él, ya que si bien siempre está recibiendo este tipo de presentes, casi nunca los lleva a la tarima de inmediato, pero esto fue amor a primera postura. Logro desbloqueado para "Guacha".

"Quedé en shock, todavía estoy emocionada. Este es un impulso enorme, desde hoy parten mis sueños", expresó la emprendedora, quien pese a que ama nuestro país, siente que "para crecer, hay que irse".

Y no exagera, ya que desde que J Balvin subió fotos con su creación y "tagueó" a su tienda en redes sociales, los seguidores le han llovido (pasó de 11 mil, a más de 12.500 en Instagram), también las personas interesadas en hacerse con alguna de sus chaquetas, deseo que se ha manifestado desde varias partes del globo.

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