Aplicado también para pacientes con otros problemas de síndrome cardiopulmonar grave, el ECMO ha disminuido la mortalidad en enfermos con este tipo de virus, de un 100% a un 66%.
Año a año, el Hanta se encarga de cobrar vidas en nuestro país. En lo que va de 2019, ya son dos las víctimas de este virus, y el reciente brote en Argentina hace fundamental encender las alarmas.
Pero como no todos son responsables a la hora de los cuidados que evitan el contagio, los expertos de la salud han tenido que extremar recursos para garantizar alguna alternativa de recuperación a quienes se ven afectados.
Así lo han hecho en la Clínica Las Condes, de la mano de una alternativa de tratamiento en pacientes en riesgo vital producto del virus: la oxigenación con membrana extracorpórea (ECMO), técnica que permite abordar -gracias a un moderno dispositivo- alteraciones cardiorrespiratorias graves, reemplazando transitoriamente la actividad respiratoria y cardíaca en espera de la recuperación del paciente.
"Es un orgullo saber que hemos avanzado tanto como equipo rescatando vidas al límite. Los pacientes más graves, que tienen mortalidad de 100%, son los que conectamos a este sistema. Y a través de ECMO logramos rescatar en un 66% promedio a estos pacientes con síndrome cardiopulmonar", destaca Rodrigo Díaz, jefe de la Unidad de ECMO de Clínica Las Condes.
En el tema específico del Hanta, que es el que más apremia por estos días, el especialista apunta que "este sistema no destruye el virus, pero sí le permite al paciente recuperar la función de los órganos dañados".
Como muestra, un botón: el 2018, de los 31 pacientes contagiados con el virus en el país, 8 se conectaron a ECMO en distintos centros y hospitales, y muchos de ellos se entrenaron con el equipo de Clínica Las Condes.
El Programa de ECMO de esta clínica es el primer Centro de Excelencia ECMO nivel tres (platino) de Latinoamérica, y uno de los cinco que existen en el mundo fuera de EE.UU., reconocido por la Extracorporeal Life Support Organization (ELSO).