Claudio Barrios tenía la vida hechita en Estados Unidos donde mezcló su trabajo como licenciado en arte de la Universidad Católica con sus estudios de cine, los que le permitieron abrirse paso como dire de varios documentales. El tiempo incluso le dio para ser doble en películas, especialmente las que requerían acción arriba de una moto.
Sin embargo, el compipa, que fue uno de los dueños de una conocida empresa de buses del norte grande, decidió dejar todo lo construido en Estados Unidos, chato con el estrés de las pelis y decidió partir de cero en un lugar que le diera la tranquilidad para volver a inspirarse, y ese lugar tenía nombre y apellido: El valle de Río Hurtado, al interior de la Cuarta Región.
En ese alejado, pero tranquilo lugar decidió dedicarse a la crianza de alpacas, pero no cualquiera, ya que mejoró genéticamente la especie en gringolandia, lo que le permitió tener lana de una fineza única y muy cotizada, onda que un par de calcetas pueden costar casi 20 lucas.
Precisamente la primera capa, o sea la ropa que va pegada al cuerpo como calcetas, poleras y panties, pretende ser su especialidad, ya que es tan abrigadora, que incluso un montañista chileno la utilizó en su ascenso al Everest.
"Se nos ocurrió crear un producto que ocupara todas las bondades que tiene la fibra de la alpaca y llegamos a la conclusión de producir ropa de primera capa", cuenta Barrios.
"Este emprendimiento partió por recuperar la alpaca, un animal endémico de esta zona. Actualmente tenemos 40 con un mejoramiento genético y una calidad de fibra que está dentro de las mejores que existen en el mundo hoy en día", nos cuenta el caporal de "Alpacas Urania".
- Hasta llegaron al Everest con sus pilchas...
- Así es, Misael Alvear utilizó nuestros productos. De hecho, trabajamos los uniformes de la rama de andinismo de la Universidad Católica de Valparaíso.
- Usted antes de esto le hacía al cine en Estados Unidos...
- Yo siempre quise estudiar cine, pero acá para el tiempo del Golpe cerraron todo, así que me fui directamente a Hollywood. De ahí busqué hasta que llegué al Columbia College donde saqué un master en comunicaciones con mención en producción y dirección de cine y fui director de fotografía en varias películas.
- Nos contaron que hasta fue doble en películas de acción que se realizaban en motos.
- Así es, trabajé en varias. Bueno, en Estados Unidos uno hace de todo, de hecho yo partí lavando platos. Pero el haber trabajado en dirección de fotografía me fue abriendo el campo, incluso tuve un estudio de fotografía en el centro de Los Ángeles. Me iba muy bien.
- ¿Y por qué cambió esa vida llena de glamour por el campo?
- Me agoté de estar haciendo algo que no quería y empecé a conversar con mi señora sobre lo que realmente buscaba y eso era tener otra calidad de vida. Y empezamos de cero y fue la mejor decisión que tomé en la vida.