Vivir una sexualidad satisfactoria mientras espera bebé no es contradictorio, incluso es recomendado por los profesionales de la salud. El sexo y el embarazo están lejos de ser incompatibles, todo lo contrario, permiten fortalecer los lazos de la pareja al enfrentar un nuevo desafío. La llegada de un niño trasforma la vida de los futuros padres y todos deben aprender a escuchar los deseos, los miedos del otro. Embarazo, parto, maternidad no significa el final de la sexualidad.
Los hombres a veces temen que la penetración dañe al feto y cause un parto prematuro. Esto no ocurre, ya que el bebé está bañado en líquido amniótico que forma una especie de cojín de protección a su alrededor.
El interés/deseo erótico varía habitualmente en relación al periodo del embarazo
El primer trimestre
En el primer trimestre, la líbido suele estar disminuido en la futura madre, no están físicamente dispuestas porque el cuerpo sufre muchas transformaciones, bajo la influencia de las hormonas. El primer trimestre a menudo es sinónimo de fatiga, nauseas, ansia de siestas y sueño improvisado, esto no favorece la desbordamiento de la sexualidad.
En esta etapa del embarazo, las relaciones sexuales son menos frecuentes, esto se debe, en un 80% de los casos, a una disminución del deseo femenino. La penetración puede ser molestas a medida que cambian las paredes vaginales. Los senos aumentan de tamaño (lamentablemente están más sensibles y las caricias de la pareja en esa zona, pueden ser molestas).
El segundo trimestre
Por fin un apetito y deseo sexual va en aumento sostenido. El período de adaptación ha pasado. Esta es la fase muy satisfactoria del embarazo. La incomodidad, las náuseas y otras fatigas han desaparecido (con mayor frecuencia) para dar paso a una líbido y placer intenso. El orgasmo se alcanza más fácilmente y con más intensidad, porque el área genital está bien irrigada y oxigenada.
El tercer trimestre
El bebé ocupa mucho espacio, se mueve más y la fatiga aumenta. Desde un punto de vista técnico, las relaciones sexuales siguen siendo posibles hasta el nacimiento, pero se vuelven menos cómodas, debido al volumen del abdomen.
Sexo y mujer embarazada, posiciones preferidas:
Andrómaca: La mujer a horcajadas sobre su compañero, se puede controlar fácilmente la penetración.
Estilo perrito: Una posición muy emocionante para tu pareja y perfecta para ella porque la espalda no duele y el vientre no interfiere.
Cucharitas: La pareja está acostada de costado.
Finalmente el embarazo y la sexualidad se integran armónicamente, solo hay que aceptar esta nueva etapa de la vida y ser creativo. Si la penetración es realmente incómoda, algunas caricias pueden darte un placer igualmente intenso, el sexo oral y la masturbación recíproca son opciones a tener presente.