El jefe de la unidad de paciente crítico de la Clínica Indisa se ha transformado en el Marcelo Lagos (geógrafo) de la salud. Explica todo acerca de la pandemia y la gente le hace caso. El doctor además busca educar con transparencia para que todos le tomen el peso a quedarse en casa.
Seguramente el nombre del doctor Sebastián Ugarte, jefe de la unidad de paciente crítico de la Clínica Indisa, no le sonaba para nada hace algunos meses. Pero desde el brote de Covid-19 en el país, el doc comenzó a salir en distintos matinales explicando con peras y manzanas sobre el virus, transformándose en una voz creíble y autorizada sobre el tema.
"Probablemente a fines de este mes y comienzos de mayo tengamos en la Región Metropolitana hartos casos graves y esto sea un brote epidémico", es lo primero que nos dice el experto, que ahora ya es una especie de Marcelo Lagos, pero en la salud.
- ¿Pensó alguna vez vivir una pandemia?
Algunos médicos y científicos de varios países veníamos pensando en esto hace tiempo. El 2009, en la pandemia H1N1, me tocó escribir algunas de las investigaciones que fueron hechas desde Chile y asesorar al Ministerio de Salud. Desde ahí he seguido ligado al mundo de las epidemias. Pude colaborar con la OMS en Ginebra y con la Organización Panamericana de la Salud en Washington y a nivel de súper expertos se veía que en algún momento iba a ocurrir una pandemia.
- ¿Imaginó que sería doc de la tele?
No me imaginé que me iba a tocar jugar un rol tan activo en la parte de educación de la población en los medios de comunicación.
-¿Y qué le parece?
Tenía mucho miedo, porque veía que se decía que esto era como una gripe, bajaban el perfil para no asustar a la población, se logró que la gente lo subestimara, menos mal hoy en día la gente ya entendió y están tomando conciencia.
- ¿Le gusta su rol más de medios?
Cuando egresé de medicina en la Ufro de Temuco, trabajé en Río Negro, una comuna cerca de Osorno. Y ya era inquieto con el tema de educar, porque creo que se salvan más vida educando. Allá sacaba una columna en el Diario Austral de Osorno y en la radio La Voz de la Costa de Osorno hacíamos un programa educativo.
- ¿La gente lo reconoce?
Me escriben pero es complicado, porque no me dan las horas del día para contestarles a todos, no alcanzo. Me siento agradecido, pienso que yo soy el mismo gil de siempre no más para todo el cariño que me dan.
- ¿En serio?
Soy un médico no más. Ayer salí caminando por la puerta de la clínica, pasó un auto y me tocaron la bocina, me gritaban, se nota cariño.
- ¿Es como un héroe para la gente?
Hay muchos héroes anónimos, la gente que está haciendo el aseo de las unidades de los pacientes que tienen coronavirus, los técnicos en enfermería que acompañan a los pacientes para darles comida, las enfermeras, mis colegas médicos, los kinesiólogos y la gente que está en la calle, desplegando todos los dispositivos para mantener los cordones sanitarios.
- ¿Qué le diría a los ciudadanos?
Que todas las medidas son vitales en el momento más duro. En la noche más oscura, cuando todo se vea triste, cuando hayan muchos enfermos, porque van a haber muchas muertes y cuando veamos que la fuerza de la enfermedad parezca superarnos, no pierdan la fe. Y los que estamos en la salud no vamos a retroceder, acá le vamos a hacer el frente a lo que venga
- ¡Uf, qué fuerte!
Es lo que nos toca, una vez en la vida que hagamos la pega, qué más queda.
Recomendaciones del doc
- Quedarse en casa lo más que uno pueda.
- Mantener una distancia segura, un metro y medio más o menos, con otras personas.
- Lavarse las manos frecuentemente, mínimo 10 veces al día para que tenga impacto. Eso es 1 vez cada 40 minutos.
- Si uno siente síntomas respiratorios, estos son molestos y hay fiebre alta hay que llamar a salud responde. Si los síntomas son severos, ir a la clínica o a un centro asistencial.
- En casa es importante limpiar todas las superficies con agua y jabón, cualquier jabón. Una cucharadita de cloro también sirve.
- Es importante para salir vestir una mascarilla que uno puede hacerlo en su casa.
- No hay que visitar a nuestros abuelitos. Sólo llamarlos o verlos por videos. Ayudarlos de otra maneras. Con la mejor intención, uno puede llevarles el virus