Lo que debería ser una experiencia religiosa, como ver una película y masticar palomitas, se transformó en uno de los motivos de por qué llegan tantas emergencias odontológicas a las consultas.
Está bien que el cine sea cada vez más realista, pero de ahí a estar sentado en la sala y sentir más dolor que Spiderman cuando es masacrado por Thanos no tiene ninguna gracia. Sin embargo, puede suceder, sobre todo cuando en un descuido se mete la mano al paquete de cabritas y un maíz maldito hace perder buena parte de una muela.
Algunos logran darse cuenta antes de mandar la mascada dura, o bien lo solucionan antes, a punta de tacto. Pero muchos otros no han tenido esa suerte, y han terminado saliendo derechito de la silla del cine a la del odontólogo.
Así le pasó a Daniel Castillo, quien terminó con el caracho más hinchado que Adonis Creed después de recibir la lluvia de cornetes del hijo de Iván Drago, claro que no por ser protagonista de la cinta, sino que sólo por ser un simple espectador con poca precaución.
"Estaba tan metido en la película, que mientras comía cabritas sentí un dolor de esos que no se olvidan. Era un maíz que se suponía que tuvo que 'evolucionar' a cabrita, pero parece que le faltó calor y lo único que se llevó fue mi muela, que terminó partida", rememora el desafortunado cinéfilo, quien se gastó sus buenas lucas en el tratamiento que le permitió recuperar su pieza.
Muy común. Lo que muchos callan, así como para no quedar de imbéciles, creyendo que sólo les pasó a ellos, no es así, ya que es una de las situaciones más comunes que está haciendo que nuevos pacientes lleven sus dolores a las consultas.
Así le ha pasado al doctor Francisco Pino, quien ha recibido varios casos como el de Daniel en los últimos meses. "Es algo cada vez más recurrente", dice el profesional, quien detalla que "una mala mordida o el sorpresivo impacto de la pieza dental con un elemento duro al interior de una cabrita u otros snacks, son los causantes de este tipos de inconvenientes en la salud bucal de las personas de toda edad".
Más allá del accidente, el dentista alerta que el gran error de los pacientes, y que empeora su situación, es el clásico "dejarse estar". "La demora de las personas en asistir al dentista lo agrava todo. Esta postergación puede complejizar aún más el problema, el que puede llegar a significar la pérdida completa de la pieza dental, infección y también tratamientos más costosos", explicó Pino.
Claro que el odontólogo no sólo hace el llamado de atención a la población, sino que cree que es un problema que tiene que ser atacado desde más arriba. "Haremos llegar una solicitud a la Seremi de Salud para que se fiscalice la producción y venta de este tipo de productos, de tal forma de prevenir accidentes", anunció el doctor Francisco Pino.
Aparte de poner ojo en las palomitas de maíz, el dentista también llama a las personas a cuidarse de otros alimentos, como los chocolates artesanales, los frutos secos y las piedras de azúcar.
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