Que las ferias libres se conviertan en lugares cachilupis y se metan en la historia de Chilito. Ese es el último objetivo del ministro de Economía, Pablo Longueira, quien ayer se reunió con integrantes de los boliches donde las caseritas llevan de lo weno.
A la conversa asistieron el presidente de la Cámara de Diputados, Patricio Melero; el capo de la Asociación de Municipalidades, Raúl Torrealba; el dire nacional de Sercotec, José Luis Uriarte, y el alcalde de La Florida, Rodolfo Carter.
"Es de vital importancia proteger esta actividad, que permite que familias de clase media trabajen. Esto constituye una cadena de comercialización muy importante que ayuda a abastecerse de forma más barata", señaló Longueira.
En Chile existen más de 80 mil patentes de ferias libres que han sido poco reguladas, lo que crea inestabilidad e incertidumbre en el feriante. Por tal razón, Don Longa realzó la urgencia con la que se debe fiscalizar la emisión y vencimiento de patentes.
Otro tema que se trató en la reunión fue la necesidad de que las ferias sean reconocidas como un patrimonio cultural de todo Chilito.
Para esto, el ministro manifestó su intención de reactivar un proyecto de ley que buscaba regular a las ferias libres en diferentes materias, pero que se encuenta congelado en la Cámara Baja. Hoy se logró instaurar un principio de acuerdo para avanzar en la elaboración de un texto que en un plazo de 90 días deberá culminar en proyecto de ley final.
"Es importante la estabilidad para que no ocurra que cuando hay períodos electorales, aumenten los permisos de la feria", explicó el ministro.