En una carroza tirada por cuatro caballos, junto al ministro de Defensa, Jaime Ravinet, y al son del himno nacional, el Presidente Sebastián Piñera llegó a la elipse del Parque O'Higgins para encabezar la Parada Militar del Bicentenario.
El Mandatario fue escoltado por un grupo de lanceros y saludó con la mano a las decenas de miles de personas que acudieron al recinto para ver desfilar a más de 7 mil uniformados, entre representantes del Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada y Carabineros.
Tras arribar a la tribuna oficial, Don Tatán se dirigió a la loza por donde desfilarán los uniformados, para entregarles medallas a varios militares que tuvieron una destacada labor en distintos lugares del país, luego del terremoto del pasado 27 de febrero.
El Jefe de Estado rompió el protocolo y ofreció un discurso en el que agradeció la ayuda que recibió por parte del Ejercito de Chile en las labores de rescate y posterior reconstrucción.
Tras su discurso y luego de otorgar el permiso oficial para el inicio de la ceremonia, como es tradicional, fue saludado por los huasos del Club Gil Letelier.
En esta ocasión, por primera vez, la Parada no fue abierta con un desfile de los integrantes del Ejército, sino por 200 civiles chilenos que, portando cada uno un pabellón patrio, representaron los 200 años de vida del país.
Se espera que durante la Parada Militar desfile una compañía que vestirá a la usanza de los militares prusianos, tal como se hacía en 1810, además de otros uniformados que lucirán igualito a los soldados chilenos que combatieron en la Guerra del Pacífico.
Pese a que en un momento se dudó sí llegaría a la hora, debido a que al mediodía estuvo en Copiapó para entregarles un mensaje de apoyo a los 33 mineros que permanecen atrapados en la mina San José, el Mandatario cumplió con el horario previsto.