El vendedor, que se negaba a la fiscalización, escapaba de los funcionarios, cuando chocó contra unos motoristas, derramando el aceite hirviendo.
El jueves pasado tuvo lugar una fiscalización sorpresa en el centro de Santiago. Se trató de un operativo dispuesto por la Municipalidad de Santiago para regular la situación que involucra a las cocinerías ilegales ambulantes en ese sector. Sin embargo, las cosas no salieron del todo bien…
Según reportó Chilevisión, durante la intervención se requisaron 20 carros de supermercados en los que se preparaba y vendía comida sin las medidas de higiene adecuadas. Además, se detuvo a cuatro comerciantes, pero dos carabineros resultaron con heridas luego de que fueran quemados con aceite hirviendo.
De acuerdo a la información que proporcionó la estación, hubo varios vendedores que se negaron a la fiscalización, motivo por el que se enfrentaron a los uniformados. Uno de ellos, de hecho, fue el que derramó el aceite contra los funcionarios. En concreto, el ambulante intentaba huir de los Carabineros cuando se estrelló contra unos motoristas, vertiendo el aceite contra los policías y contra sí mismo.
Respecto de los cuatro detenidos, se tratan justamente de vendedores que no querían someterse al control de la institución.
La idea principal del operativo, señalaron desde el municipio, era despejar las calles del comercio informal, sobre todo en lo que concierne a las cocinerías. El argumento, en ese sentido, es que esta clase de puestos obstaculizan el desplazamiento y, además, generan malos olores. También, por cierto, está el riesgo de derramar aceite hirviendo en los espacios públicos.
Cabe destacar que, tras el control, varios de los ambulantes reclamaron por la devolución de sus productos. Sin embargo, desde la Municipalidad de Santiago respondieron que toda esa comida debe ser destruida, toda vez que no pasaron por un proceso con la Seremi de Salud.
Del mismo modo, las autoridades aseguraron que no se otorgarán permisos para vender comida en la calle: la regulación no lo permite.
Aun así, y pese a lo que ocurrió el jueves, el viernes nuevamente se instalaron los ambulantes a vender comida en Catedral, a unos pasos de la Plaza de Armas. La recomendación de las autoridades, en estos casos, es no consumir esos productos, básicamente porque no cuentan con resolución sanitaria. Es decir, no se sabe si hubo medidas de higiene durante su preparación.
Mira aquí lo ocurrido: