Promulgan ley para regular cableado aéreo en el país. Empresas deberán retirar material en desuso en un plazo máximo de 5 meses o se verán expuestas a multas hasta los $50 palos. Ya se han retirado 648 kilómetros y se espera triplicarlo al 2022.
Desgraciadamente, cada vez es más usual ver zapatillas colgadas en una maraña de cables del alumbrado público o de líneas telefónicas en desuso, que en general nos remiten a delincuencia o drogas.
Según detalla el excoronel de carabineros y experto en seguridad, Pedro Valdivia, efectivamente se refiere a señales que simbolizan "la presencia de territorio de drogas. Es una posición de territorio" que, según Valdivia, responde a la teoría de interaccionismo simbólico que plantea el sociólogo norteamericano Herbert Blumer. Para otros representa una delimitación de bandas rivales.
Más allá de los códigos del hampa y de la contaminación visual de esta práctica, ayer se dio a conocer una buena noticia para combatir el exceso de cables sin uso que afean nuestras ciudades: la promulgación de la ley para regular el tendido de cables aéreos.
La nueva normativa, anunciada por el Presidente Sebastián Piñera, busca solucionar el exceso de líneas en desuso de servicios de telecomunicaciones y eléctricas, conocida como #ChaoCables.
Para aquello, establece que las empresas de telecomunicaciones serán responsables de la instalación, identificación, modificación, mantención, ordenación, traslado y retiro de sus cables aéreos o subterráneos.
Además, si los operadores no proceden al retiro requerido dentro del plazo máximo de cinco meses (hay casos más urgentes) habrá multas.
El incumplimiento de esta obligación será sancionado con un pago o beneficio municipal de hasta unos $50 millones y las mismas munis podrán hacer a pega facturando a las empresas.
"La idea es tener ciudades más lindas desde lo visual, sin nudos de cables ni zapatillas colgadas. Y también más seguras. Hoy con vientos fuertes les pueden caer a cualquier persona", dijo la subsecretaria de Telecomunicaciones, Pamela Gidi. Agregó que durante 2018 "ya fueron retirados 647 kilómetros de cables aéreos en desuso a lo largo de Chile. Como de Santiago a Temuco". Al 2022 "deberíamos haber retirado unos 2 mil kilómetros", cerró.