La cubana analizó el estallido social en Chile y llamó a los chilenos a encontrar el punto medio, para no lamentar la pérdida de más vidas.
Una de las mujeres con mayor credibilidad en la televisión latinoamericana es la Dra. Ana María Polo. La abogada a cargo de Caso Cerrado es una fiel luchadora por los derechos de las personas e intenta a través de su programa entregarles respuestas a las solicitudes.
Con Chile la unión ha surgido a través de sus diversas participaciones en la televisión nacional y esporádicas visitas, incluso animando la Teletón. Por lo que la crisis política que actualmente se está viviendo es algo que la mantiene muy atenta y quiso compartir su visión con La Cuarta: "Estoy informada de lo que ha pasado, tengo muchos amigos chilenos, muchos productores chilenos que tienen su familia allá viviendo. Estoy preocupadísima. Espero que mantengan la calma, que la cosa no escale a asuntos mayores".
Su apoyo es incondicional a la lucha que lleva el pueblo chileno en contra de las desigualdades sociales, pero también le llama la atención el nivel de violencia que se ha adquirido con el pasar de los días, poniendo en riesgo la vida de los manifestantes, situación que lamenta profundamente. "En la historia naturalmente las iniquidades sociales causan una espina en el ser humano. Buscar el punto medio donde la protesta sea significativa, pero no sea violenta porque para mí lo que más vale es la vida humana y eso debemos cuidarla", comentó respecto a los fallecidos durante estos días de estallido social.
- Según su visión, ¿qué debe pasar en Chile para recuperar la estabilidad social?
Espero que salga una voz que diga momento, vamos a pensar lo que estamos haciendo, vamos a organizarnos para presionar al Gobierno de una manera efectiva que traiga el cambio.
- Usted le tiene cariño especial a Chile...
Claro que sí, pidámosle a Dios que la calma llegue de alguna manera.
Influencia de otros países
Para la abogada una de las razones más claras de la crisis que se vive actualmente en Chile viene desde una línea compartida entre otros países del continente, que también han luchado por cambios, pero de forma mucho más extremista, motivando en la forma, pero no en el fondo de la lucha de clases.
"Están las influencias de tantos otros países que están podridos, pero que no dejan de influenciar, de marcar, de insistir y es ahí donde yo quiero que el chileno reflexione y que no se deje influenciar por países como Argentina, Venezuela, Ecuador, Cuba. Todos esos países mandan esa mala onda, porque para mí es una mala energía".