El drama de la lorita Florencia

Como es una especie protegida, el SAG y la PDI incautaron a un choroy que vivía hace 8 años con una familia en Isla de Maipo. Sus antiguos cuidadores  creen que puede deprimirse e incluso morir.

La vida de la verde lorita Florencia tuvo un giro en 180 grados, luego de que fuera arrebatada de los brazos de su familia humana, que le dio alojamiento en su casa de Isla de Maipo hace 8 años.

El drama comenzó el 30 de mayo, cuando, luego de una denuncia, la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medioambiente y Patrimonio Cultural (Bidema) de la PDI llegó hasta el domicilio de Elba Ahumada en la villa Bicentenario. La razón: Florencia es una lorita del tipo choroy y está protegida por ley.

"Fue todo muy violento, ya que llegaron como seis policías. Nos trataron como si fuéramos delincuentes y mi hija Constanza lloraba desconsolada y pedía que no se llevaran a Florencia, pero no hubo caso. A mí también me llevaron y pasé el día en el calabozo y me esposaron, yo solo quería ver a mi lorita y no me dejaron", señaló Elba a La Cuarta.

Sin embargo, el procedimiento se ajusta a derecho, ya que esta especie está protegida por la Ley 4.601. Es un ave endémica (sólo está en Chile) y no puede ser capturada ni cazada. Sus "dueños" arriesgan multas de 200 UTM (6 millones de pesos) y presidio en su grado medio a máximo.

Morir de pena

La familia con la que se crió Florencia pide que reconsideren la decisión de incautarla, ya que ella llegó de al menos tres hogares anteriores.

"Mi lorita estaba enjaulada cuando se la llevaron y cuando llegó al cuartel de la PDI. No me han querido decir dónde está o si está bien. No quiero que muera de pena, ya que se había encariñado con nosotros", agregó Elba.

Pero, ¿puede morir de pena este pajarillo? Para la veterinaria María José Abarca esto es poco probable. "Lo más sano es cortar el lazo de forma rápida con las personas para disminuirle el estrés, y comenzar su rehabilitación de inmediato. No existen pruebas de que estas aves puedan morir de pena", explicó Abarca, encargada del centro de rehabilitación de fauna silvestre de Codeff.

-¿Cuál es el llamado a la población?

Que no compren estas especies, ya que en el tráfico de animales de 10 especies que se trafican, 9 mueren en el camino. Estos inescrupulosos sacan a las crías desde el nido y lucran con algo castigado por Ley.

-¿Cómo es el proceso de rehabilitación?

Esta especie de loro vive entre 50 y 80 años y es muy sociable. Acá llegan loritos con aberraciones enseñadas por humanos, como beber vino o decir garabatos. Se pueden salvar y tardamos entre 5 y 7 años en lograrlo y reincorporarlos a su hábitat, que es desde Valparaíso a Chiloé.

"El ave (Florencia) se encuentra en buenas condiciones. Respecto a que si puede volver con esta familia, se trata de una decisión que adoptará el Ministerio Público a la luz de los antecedentes que recabe la investigación, aunque las mejores condiciones de bienestar de cualquier especie silvestre es estar en su hábitat y con otros seres de su misma especie", indicaron desde el SAG.

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