Las lluvias cordilleranas que desataron una serie de aluviones en distintos puntos del país, y que ya llevan un total de 3 fallecidos, pegaron con especial fuerza en el Cajón del Maipo, en la Región Metropolitana, donde ríos de agua y barro cortaron la ruta G-25, en varios puntos.
Allí los principales afectados fueron turistas que disfrutaban de sus vacaciones y que vivieron una verdadera pesadilla en la precordillera donde pasaron una noche a la espera de la habilitación del camino, que se logró recién durante la tarde de ayer.
Previamente, las autoridades ya habían evacuado vía aérea los casos más preocupantes, como una mujer con nueve meses de embarazo, y un paciente diabético, cuya medicación era urgente, según relató el capitán de Carabineros, Óscar Llantén, quien rescató a upa a una pequeña de once años. "Estaba muy asustada, le dije que tuviera fuerza y aguantara un poco", indicó.
Pero, lamentablemente, la situación se hizo más compleja, por otro hecho puntual. Según indicó a La Cuarta, el alcalde de San José de Maipo, Luis Pezoa, "hay muchas personas durmiendo en camping no establecidos", lo que complicó las labores de búsqueda al no tener datos concretos de posibles afectados.
Sobre los desaparecidos, Pezoa soltó que "son más de tres personas, no vamos a saber el número exacto hasta que se establezca la conectividad vial y las familias se puedan encontrar".
TESTIMONIOS
Fueron varias las personas que lograron ser rescatadas del lugar y sus testimonios reflejan los dramáticos momentos que vivieron en medio de la precordillera.
Uno de ellos es Anthiean Vergara (23), propietaria del camping "Parque del Agua", que quedó completamente destruido por la fuerza del río de lodo.
La empresaria contó a La Cuarta que el momento exacto de la catástrofe "fue tremendo, el ruido era similar al de un terremoto. Se podía sentir como chocaban las rocas y los arboles con la cuenca".
Lo dramático es que en las inmediaciones de su propiedad había un grupo de campistas pasando la noche. Vergara asegura que esas personas desaparecieron arrastradas por el caudal y dijo que "no alcanzamos a decirles que se fueran porque todo fue muy rápido. Ahora sólo quedan restos de carpas destruidas".
EN UN ASADO
Uno de los primeros casos de personas desaparecidas que salió a la luz apenas se empezaron a conocer las noticias de los aluviones fue el de Jorge Bustamante.
Él se encontraba junto a su familia en el sector del estero Los Rosales en Los Andes, disfrutando de un asado, cuando de un segundo a otro, una corriente de agua y barro se lo llevó.
Según indicó su hijo Jorge, fue tan repentino todo que "lo único que se pudo ver antes del desastre fue una tremenda ola café, que medía varios metros".
La esposa del hombre alcanzó a huir, pese a ser arrastrada por el barro, y se está recuperando en el Hospital Militar.