Hubert Fritz nos contó cuáles son los caballitos de batalla del local criollo que atiende a cientos de chilenos y turistas hace más de 100 años.
Parece septiembre, pero no. El ambiente de La Piojera es de celebración los 365 días del año, y aunque ya lleva más de 100 años en calle Aillavilú, en Santiago centro, sus enjundiosos platos siguen intactos y se niegan a ser cambiados o morir.
"El nombre del local hasta hoy es Santiago Antiguo, pero como todos saben fue el Presidente Arturo Alessandri Palma quien nos bautizó así, cuando sus asesores lo llevaron acá y dijo: ¿a esta piojera me trajeron?", señaló Hubert Fritz Bernatz (66), uno de los dueños de La Piojera.
Entre sus platos, que a estas alturas ya son toda una institución, el local ofrece perniles con papa, arrollados, malaya, huevos duros y hasta carnes a la parrilla. Pero también, de vez en cuando, sirven porotos, guatitas y otras delicias criollas.
"Nuestro caballito de batalla es el terremoto, que puede ser dulce con granadina, o amargo con fernet. Puede sonar paradojal, pero nunca he probado un terremoto, ya que no bebo alcohol", dice Hubert.
- ¿Llega mucho turista? Así es, harto europeo y de Latinoamérica mucho brasileño.
- ¿Cuántos trabajan acá? Son 25 personas, de ellos cinco son dominicanos. Sin duda septiembre es el día que más llega gente; también en mayo viene harto marino luego de los desfiles del 21 de mayo.
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