La poca cultura etílica de ponerle y después dejar la mansaca le pasó la cuenta a los parranderos que estaban haciendo sed para celebrar la quinta versión del “Día del Melón con Vino”.
La pomada, que se celebra todos los 15 de enero, salió de la cabeza de Herman Villagrán, editor del sitio www.rayuelacorta.cl, que busca reconocer a este dulzón elixir como número puesto en las playas durante los veranos. Es este cabro el que por quinta vez invita a pasarlo bien con la fruta y el vino.
“Esta celebración es una forma de hacer justicia a este trago tan nuestro que nos ha acompañado a lo largo de los años y que es exclusivo de Chile”, brindó Villagrán junto a La Cuarta.
Eso sí, Villagrán se desmarca de las redes sociales, que invitan a celebrarlo en lugares públicos y que la mayoría de las veces temina en la mansaca.
“Chile es de los pocos países de Latinoamérica que tiene prohibido tomar alcohol en la vía pública. Han existido graves desórdenes, incluso con apuñalados, entonces creemos que le hacen un flaco favor a llegar a algún día que uno se pueda tomar un copete tranquilo en la playa o en parques. Nuestro llamado es a celebrar el día del melón con vino con tranquilidad, con los amigos y la familia”, invitó Villagrán, quien prefiere que se celebre en casita.
LA PROHIBICIÓN
Es por eso que varios particulares orillas de playa, han organizado movidas para juntarse y festejar con esta fruta redonda. “Fiesta del Djembe”, “Melón con Vino en Reyes”, “Día del Melvin” o “Día del Melón con Vino en el Parque O’Higgins”, son algunos de las fiestocas que se han armado al igual que años anteriores, pero como queda la crema antes, durante y después del mambo, la autoridad cortó por lo sano y le puso candado a cualquier actividad que huela dulce.
“Cuando la municipalidad autoriza una actividad adopta medidas de seguridad y exige a los organizadores una serie de requerimientos en base al número de asistentes que planean reunir, como: baños, guardias de seguridad y ambulancias”, explicaron desde la Muni de Santiago, recordando los graves daños que dejó la celebración el 2015.