Fueron momentos de gran expectativa los que se vivieron hoy en la Cámara de Diputados. La comisión investigadora del derrumbe citó hoy a Alejandro Bohn y Marcelo Kemeny, dueños de la minera San Esteban. Los caporales expusieron sobre la reapertura del yacimiento.
Alejandro Bohn fue el interlocutor principal y el argumento central para explicar los motivos de la reapertura fue el haber seguido las indicaciones del organismo especializado. Tras el cierre del año 2007, la empresa pidió al Servicio Nacional de Geología y Minas (Sernageomin) las condiciones para su reapertura. Se manifestaron condiciones y no se negó la petición, por lo que aseguraron que los funcionarios son "gente honesta".
Según Bohn, el servicio estuvo en el lugar y determinó algunas exigencias. "La gente de sernageomin bajó con las camionetas, recorrieron la rampa, hasta el punto que les pareció razonable recorrerla", aseguró.
Entre algunas de las determinaciones de la entidad estuvo la realización de "un informe geomecánico profundo de la mina y un sistema de fortificación de las galerías". Para cumplir con lo anterior, se contrató a una empresa externa con 9 profesionales de primer nivel que certificaron el real estado de las instalaciones.
De esta forma, Minera San Esteban se lavó las manos, argumentando que hicieron todo lo que el organismo gubernamental exigió, lo que permitió la reapertura total en mayo de 2008. Este punto fue puesto en duda por diputados como Giovanni Calderón (UDI) quien dice que los informes presentados no aseguraban la seguridad al interior.