Fiel a su estilo, el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, llegó echándole la foca a Gringolandia y acusando de "conspiración imperialista" para intentar derrocar al Presidente boliviano, Evo Morales.
Con un tono afable, dijo que "en este día tan bonito", traía un saludo del pueblo venezolano a Chilito, a La Jefa y "a los colegas Presidentes que han estado llegando".
"Venimos a esta reunión que no estaba prevista -dijo Chávez-, convocada por nuestra Presidenta de Unasur, Presidenta Michelle Bachelet, a debatir, sabemos todos de qué se trata el tema: Bolivia, Bolivia, Bolivia, decía Simón Bolívar alguna vez, con un amor desenfrenado de libertad; un amor desenfrenado de patria, un amor desenfrenado de justicia. Yo lo digo como lo creo. Y siempre recuerdo, cuando voy a decir cosas como éstas, a un gran soldado de América, José Gervasio Artigas, quien dijo en otra ocasión: "Con la verdad ni ofendo ni temo", chachareó el Primer Mandatario venezolano.
Una vez dicho lo anterior, Chávez descargó toda su artillería en contra de Estados Unidos, indicando que "aquí en Bolivia está en marcha una conspiración, una conspiración internacional, una conspiración facturada y dirigida por el imperio norteamericano, tal cual como ocurrió aquí en Chile. Si algún pueblo yo sé que tiene en el fondo de su memoria histórica, en el fondo de su conciencia lo que es una operación imperialista para derrocar un gobierno democrático para desestabilizar un país, es el pueblo chileno", dijo.
Recordó asimismo lo sucedido en su país, hace seis años, cuando por breves días a él también le tocó sufrir un episodio fuera de la Presidencia, y recordó al Presidente Salvador Allende, de quien dijo que en su oportunidad también le había tocado el turno de probar una presunta conspiración gringa.
Chávez dijo, refiriéndose a Allende, "le tocó su turno al Presidente martir. Rindo tributo en esta tierra a Salvador Allende, ejemplo de lucha, de dignidad, de resistencia, de coraje de resistencia de un pueblo. Yo vi a Allende cómo caía. Yo era cadete de tercer año de la Escuela Militar, y vimos caer a Allende", recordó Chávez.
Agregó que en esa oportunidad "este contienen enmudeció. Los gobiernos de América enmudecieron", para enfatizar que las cosas han cambiado. "Han pasado 35 años. (están) tratando de derrocar al Presidente Evo Morales y la combinación ha sido elaborada, facturada y apoyada por el Imperio de los Estados Unidos. El Gobierno Imperialista. América ha cambiado. Ya no somos los mudos de hace 35 años. Y aquí estamos los Presidentes de los Gobiernos de la Unión de Naciones Sudamericanas para discutir, para debatir, para oír al Presidente Morales y para tomar decisiones de apoyo a la democracia boliviana, a la estabilidad de Bolivia y al desarrollo del pueblo boliviano", piteó el Mandatario.
A continuación tiró toda la pérgola al hecho que la reunión se realizara nada menos que en Chilito, chachareando que era "bueno que sea Santiago de Chile la sede de esta reunión y qué simbólico que sea el Palacio de La Moneda, el lugar de esta reunión de Presidentes que es reunión además de pueblos. Muy buenas tardes con todo mi corazón al pueblo chileno y a los pueblos de nuestra América, por la paz, por la democracia, por la hermandad, por la unidad, por la libertad, buenas tardes, muchas gracias", finalizó el exótico Mandatario, y partió con rumbo al centro de Ciudad Gótica.